El Valencia Basket se jugará su clasificación para la Copa del Rey de Málaga en los tres próximos encuentros después de caer in extremis este domingo en Manresa. Una jugada de pizarra de Pedro Martínez permitió liberar a su mejor tirador, Ryan Toolson, que no falló desde el 6,75 sobre la bocina y cuando el marcador señalaba empate a 76. Dura derrota de los taronja, que no firmaron un buen encuentro en líneas generales y que acabaron pagando su pésimo arranque en el Nou Congost.

Para olvidar. Así fue el inicio de partido del Valencia Basket, acusando de manera alarmante el desgaste de una dura semana de Euroliga. El equipo saltó a la pista completamente dormido, sin intensidad y carente de concentración. Algo que si en ataque se tradujo en falta de acierto y clarividencia, dejó para las tareas defensivas la peor parte (10-1; min. 3).

El Baxi Manresa campaba a sus anchas por el Nou Congost, haciendo las delicias de una afición que se frotaba los ojos. La necesidad de los locales, instaurados en la parte baja de la clasificación desde que arrancó la temporada, se vio favorecida por la puesta en escena de un rival al que sólo le faltó ponerle la alfombra roja para que anotaran prácticamente en cada acción. Un total de 31 puntos recibió el Valencia Basket en el primer cuarto, un tiempo en el que únicamente cometió dos faltas personales. Dato, sin lugar a dudas, para la reflexión.

Ni siquiera las rotaciones con la entrada de hombres como Van Rossom o Abalde cambiaron la decoración. Incluso Jaume Ponsarnau se equivocó esperando al 'tiempo muerto de la tele' para parar el encuentro. Por si fuera poco, la falta de control sobre el rebote (12-4) o los errores en el tiro libre ayudaron a abrir todavía más la brecha en el electrónico (31-14; min. 10).

No salía nada en el encuentro, y una antideportiva de Abalde en el centro de la pista se encargo de confirmarlo casi en el ecuador del segundo acto (38-21; min. 14). Fue el momento en el Van Rossom reunió al equipo justo tras Báez, que se disponía a lanzar los dos tiros libres, y algo cambió. A partir de ese momento el equipo cerró filas y se conjuró para elevar su exigencia. Sobre todo en defensa. Ese nuevo listón logró por fin complicar las cosas a los de Pedro Martínez, que vieron como tras un parcial de 6-13 el escenario podía llamar al cambio tras el descanso (44-34; min. 20).

Y así fue nada más regresar de los vestuarios, con un Valencia Basket que logró redcir la renta hasta los seis puntos (46-40;min. 22).En ese momento, sin embargo, dos inexistentes faltas señaladas a Van Rossom cambiaron de nuevo la inercia del choque. El monumental y justificado enfado del base belga, obligado a marcharse al banquillo con tres faltas, también tuvo su efecto sobre la cancha. Y es que en un abrir y cerrar de ojos el Baxi Manresa volvió a abrir un hueco que ponía a los taronja otra vez contra las cuerdas (58-44; min. 28). Por si fuera poco las pérdidas se multiplicaban y las sensaciones no invitaban para nada al optimismo de cara a un último cuarto donde para ganar era necesario remontar doce puntos (60-48; min. 30).

Y no se puede decir que el equipo no lo intentase. De hecho, en poco más de dos minutos había vuelto a reducir esa distancia a la mitad (60-54; min. 32). Sería una barrera casi infranqueable durante muchos minutos, con Magarity de freno desde la pintura, hasta que primero Loyd y luego Doornekamp anotaron dos triples consecutivos para equilibrar la balanza a falta de 2:06 para el final (72-72). El parcial de 12-24 metía de lleno al Valencia Basket en la lucha por la victoria.

Una canasta de Dani Pérez y otra de Dubljevic prolongaron la incertidumbre con sólo 40 segundos por jugarse (74-74). Anotó Dulkys tras una penetración en la siguiente jugada (76-74) y Jaume Ponsarnau lo paró de inmediato para preparar los 19,6 segundos restantes de partido. Le salió bien. Respondió Abalde (76-76), pero la jugada de pizarra diseñada por Pedro Martínez con sólo 2,7 segundos de posesión dio a Ryan Toolson la opción de anotar el triple de la victoria para su equipo (79-76).

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