Con el mismo quinteto del partido ante el Barcelona en la Euroliga y un solo cambio (Sastre por Marinkovic) respecto al último ante el Bayern de Munich, Jaume Ponsarnau trató de darle continuidad a un bloque inicial por primera vez en la temporada para afrontar el último partido antes de la Copa del Rey, ante el Movistar Estudiantes. Un partido que pareció ganado con una ventaja de +17, pero en el que hubo que remontar al final cuando los locales se pusieron 6 puntos arriba a falta de poco más de dos minutos.

El Valencia Basket estaba obligado a ganar al penúltimo de la Liga Endesa para volver a meterse en zona de playoff y pisó el acelerador desde el primer minuto, con una canasta de Sastre y un triple de Dubljevic. El montenegrino igualaba a una leyenda como Nacho Rodilla con 434 partidos jugados de taronja (solo por detrás de Víctor Luengo y de Rafa Martínez) y parecía dispuesto a celebrarlo con uno de sus grandes partidos.

El capitán, de hecho, acabó el primer cuarto con 5 puntos, 4 rebotes y una asistencia, aunque fue San Emeterio el que encontró más acierto en el tiro, con 8 puntos (6 de ellos por dos triples), 2 rebotes y una asistencia.

La buena defensa taronja y los pésimos porcentajes locales en el tiro (con solo un 11% de acierto en tiros de 2 y un 30% en triples) permitieron acabar los primeros diez minutos con una ventaja más que cómoda (11-21) tras dos últimas canastas de Tobey y Labeyrie.

Scrubb recortó distancias al inicio del segundo período desde la línea de 6,75, pero Tobey, Vives y Labeyrie le dieron a los de Ponsarnau un parcial de 0-10 que permitió alcanzar la mayor ventaja del partido hasta el momento, con un +17 (14-31). Pero tres triples consecutivos de Vicedo y otros cinco puntos de Kadji metieron de nuevo al Movistar Estudiantes en el partido antes del descanso, al que se llegó con 32-41 en el marcador y con absoluta igualdad en rebotes y asistencias.

Los de Javier Zamora compensaban con su mejora en los triples sus malísimos porcentajes en tiros de 2 (3 de 15), mientras los taronja no lograron sumar ni un solo triple en el segundo cuarto, bajando sus porcentajes hasta un 25%, con 3 anotados de 12. Y todo ello con Motum sin jugar y con solo 37 segundos en pista para Aaron Doornekamp.

Los triples de Kadji y Dangubic impulsaron un parcial de 8-0 para los locales sin que los taronja tuvieran tiempo de despertar tras el descanso. Y en un visto y no visto, el Estudiantes se puso a solo dos puntos a los 2:25 del segundo tiempo. Por suerte Sastre acertó desde el 6,75 para romper la mala racha visitante e hizo después lo mismo desde la línea de tiros libres tras una antideportiva de Scrubb que le acabó costando a los suyo cinco puntos tras un nuevo triple de Dubljevic.

Pero Avramovic se echó a su equipo a la espalda y, con 10 puntos en poco más de cinco minutos, llevó los nervios al Valencia Basket, con un 54-55 a falta de dos minutos para el final del tercer cuarto. Una mínima renta que pudo ampliar Abalde con dos tiros libres, pero que pudo ser mucho mayor de no haber fallado después otros dos tiros Labeyrie y uno Colom, que solo anotó el segundo para poner el 54-58 a falta de los últimos diez minutos.

Una pérdida del andorrano abrió el último cuarto, en el que Douglas no tardó en volver a acercar a Estudiantes a dos puntos. Y de nuevo volvió a aparecer Avramovic para, con un triple, poner a los suyos a solo un punto tras dos tiros libres de Labeyrie. Nadie podía para al escolta serbio, que empató el partido a falta de 6:54, y acto seguido fue Pressey el que puso por delante a los locales por primera vez (63-61).

Ponsarnau se veía obligado a parar el partido con un tiempo muerto y Dubljevic respondió de la mejor forma posible en la reanudación, con un triple que volvió a dar ventaja al Valencia Basket (63-64). Solo el capitán parecía tener las ideas claras y Douglas, Kadji y Vicedo (con su cuarto triple en otros tantos intentos) ponían un inquietante 70-65 en el marcador a cuatro minutos del final. Pressey aún aumentaba la diferencia hasta un peligroso 73-67 que obligaba a parar el partido de nuevo.

Un descanso que volvió a dar paso a un triple de Vives (73-70) y a otro triple estratosférico de un Dubljevic que empató el partido (73-73) segundos antes de tirarse al suelo con un fuerte dolor en un tobillo. Pero aún, así, el capitán volvió a tirar de raza para coger un rebote ofensivo pese a su cojera y permitir que San Emeterio (un seguro en los momentos decisivos) lograra un 2+1 que dio una sufridísima victoria a los taronja, con un último punto de Ndour que evitó cualquier opción del Estudiantes al final.