El Valencia Basket se reencontró con la victoria, la primera tras tres derrotas consecutivas entre la Copa del Rey y la Euroliga, en su regreso a la Liga Endesa. Y lo hizo con muy buenas sensaciones ante el San Pablo Burgos por 95-66 donde incluso, con el choque ya controlado, hubo tiempo para dosificar esfuerzos y dar oportunidad a hombres como Brock Motum o Guillem Vives, que regresaba de una lesión.

Le costó al Valencia Basket entrar en el partido. Nunca es fácil para los taronja jugar cada 48 horas y, tras caer el viernes ante el Fenerbahçe, Jaume Ponsarnau dispuso un quinteto inicial muy físico para intentar minimizar esta circunstancia. Con Abalde al '1' y la ayuda e la dirección de San Emeterio, que cumplía su partido 150 con los de La Fonteta, los primeros compases fueron de ida y vuelta (9-9; min. 5).

Las sensaciones no eran del todo buenas debido a los problemas en el rebote, alguna pérdida y tres claros tapones ofensivos. La sensación era que faltaba energía, por lo que entraron a pista Dubljeic, Labeyrie y Marinkovic. La rotación, en un inicio, no surtió efecto. El San Pablo Burgos, más sólido, aprovechó la oportunidad para abrir una pequeña brecha tras un triple de Fitipaldo y otra canasta de Apic (11-16; min. 8).

Los primeros pitos se escuchaban desde la grada, producto del descontento con el juego, pero el Valencia Basket supo capear el temporal. La entrada de Quino Colom, pese sus muchas lagunas defensivas, y Vanja Marinkovic, equilibró el juego y dio oxígeno a los locales (15-16; min. 10). Tanto, que en el segundo cuarto la superioridad taronja resultaría más que tranquilizadora.

Sobre todo por la importante mejoría defensiva desde la intensidad, un mayor control del rebote pese a algún contratiempo puntual, y un juego ofensivo con mayores opciones a la hora de salir corriendo al contraataque. De ello se aprovecharon hombres como Labeyrie o Doornekamp, cuya aportación antes de llegar al descanso fue clave para el progresivo despegue taronja en el luminoso. Así hasta llegar a un +12 certificado con una última canasta de Abalde sobre la bocina (43-31; min. 20). Sólo un 'pero', los tiros libres con sólo 1 convertido de los 3 lanzados.

La segunda mitad arrancó con tiro libre para San Emeterio por técnica a Joan Peñarroya en el descanso (44-31; min. 21). McFadden recortó distancias con un triple, a lo que los locales respondieron con un parcial de 0-8 que disparó la renta hasta los 18 puntos (52-34; min. 22). Lejos de hundirse, el cuadro burgalés lo siguió intentando aunque dentro de un intercambio de golpes que si a alguien le venía bien era al Valencia Basket (59-41; min. 25).

El tremendo acierto local desde el 6,75 acabó de dinamitar el encuentro en las siguientes acciones con Mike Tobey y Alberto Abalde como grandes protagonistas (67-43; min. 27). Con el partido prácticamente resuelto, Jaume Ponsarnau decidió dar entrada a Guillem Vives con el objetivo de que fuese cogiendo ritmo tras su lesión. Casi lo mismo que Motum, aunque en este caso por ser un jugador que apenas está participando debido a su bajo rendimiento (71-45; min. 30).

El último cuarto sirvió ya para poco, más allá de para probar cosas y que algunos jugadores encontraran sensaciones. Entre ellos también Quino Colom. También permitió a Maurice Ndour anotar sus primeros puntos y, de esta manera, que todos los hombres de la rotación a excepción de Vives anotasen en el encuentro.