La ACB dio el lunes el paso de suspender la Liga Endesa al menos hasta el 24 de abril a la espera de ver cómo evoluciona la crisis sanitaria del coronavirus con la idea de intentar retomar la competición cuando sea posible, pero la Liga Femenina Endesa corre serio peligro de no llegar a acabarse a pesar de que le restan solo cuatro jornadas para el final de la Liga regular.

Y es que aunque inicialmente la Federación Española de Baloncestoque todo indica que el aplazamiento de dos jornadas va a quedarse en una medida insuficiente ante las malas perspectivas que sigue habiendo en España con el problema del coronavirus y que ya han obligado a la mayoría de competiciones a suspenderse al menos hasta finales de abril.

Unas fechas válidas para otras competiciones, pero que generarían un conflicto de difícil solución en la Liga Femenina Endesa, que afrontaba ya el tramo final de su temporada, con el final de la Liga Endesa previsto para el 4 de abril.

Aunque no es el caso de un Valencia Basket, algunos de los otros clubes de la Liga podrían llegar a tener que jugar partidos habiendo finalizado ya los contratos con sus jugadoras, mientras que otros como el MannFilter Casablanca han aplicado un ERTE para cancelar ya los contratos de las jugadoras y cuerpo técnico mientras no haya competición.

Una situación que, unida a la falta de fechas pese a la suspensión de las competiciones europeas -entre ellas la Eurocup Women en la que el Valencia Basket estaba ya en cuartos de final-, va a provocar que la Comisión Delegada de la Federación Española se reuna en los próximos días para valorar la suspensión definitiva de la competición o un nuevo aplazamiento que probablemente solo valdría para ganar tiempo y ver cómo se resuelve la Liga Femenina Endesa, con la duda de qué equipo sería campeón, qué clubes entrarían en competiciones europeas y quiénes ascenderían o descenderían.

Mientras, las jugadoras del Valencia Basket