La Euroliga se resiste a tirar la toalla. Esa es la conclusión de la reunión que ha tenido este miércoles la Junta Ejecutiva de de la competición, que ha decidido apurar las opciones de acabarla en lugar de darla por cancelada, como era el deseo de algunos clubes.

Una postura oficial que coincide con la que mantenía ya el Valencia Basket y que pasaba por acabar la competición aunque para ello hubiera que alargar la temporada algunas semanas o condensar los partidos.

Además, la decisión que se ha tomado es la de mantener el actual formato, sin recortar el calendario y manteniendo los seis partidos de Fase Regular que restan más los del playoff y la Final Four, después de que se propusiera ya la opción de acortarlos al mejor de tres partidos en lugar de cinco para aligerar el calendario.

"Las competiciones se reanudarán una vez que la situación permita que haya condiciones óptimas de salud y seguridad para todos los participantes, siguiendo las recomendaciones de las autoridades sanitarias relevantes y los gobiernos locales", explicó en su comunicado la Euroliga.

Eso sí, en caso de que fuera necesario, la Euroliga queda abierta a estudiar algún otro formato más reducido para poder concluir la temporada y evitar complicaciones deportivas y económicas para los clubes y las competiciones que debería disputar cada uno la próxima temporada.

Algunos de los clubes con licencia fija (muchos de los cuales han dejado irse a sus jugadores extranjeros a sus países) eran partidarios de cancelar la temporada ya, sin esperar más. En su caso, la plaza de la Euroliga para la próxima temporada la tienen segura (al igual que el Bayern y el Asvel, que firmaron por dos años). Pero el resto han respaldado la idea de la Euroliga de apurar las opciones de acabar la competición y no generar agravios comparativos ni pérdidas económicas esta misma temporada.

Lo que sí parece seguro es que la Final Four prevista para el 22 y el 24 de mayo en Colonia (Alemania), cambiaría de fechas, aunque en principio no se ha valorado la posibilidad de llegar hasta julio aprovechando el aplazamiento de los Juegos OlímpicosJuegos Olímpicos, para evitar también problemas contractuales con los jugadores.