El nuevo proyecto del equipo femenino del Valencia Basket comienza a cobrar forma. Salidas esperadas, otras sorprendentes y también renovaciones y jugadoras que se incorporan tras un año de cesión. Todos forman parte de una hoja de ruta perfectamente diseñada y que tiene como objetivo dar un nuevo salto de calidad. El que permita luchar por la Liga Femenina, ser un habitual en las finales y competir de tú a tú con equipos como el Perfumerías Avenida de Salamanca y el Girona.

En este sentido, ya se empiezan a conocer algunas de las piezas que conformarán una renovada plantilla que volverá a estar dirigida por el técnico Rubén Burgos. Se trata de dos internacionales españolas, Laura Gil y Cristina Ouviña, cuya incorporación, en caso de que acaben confirmándose oficialmente, supondría un importante salto de calidad para el equipo.

La primera, tras cuatro temporadas en el Perfumerías Avenida ha puesto fin a su etapa en Salamanca con una emotiva carta de despedida de la que era su afición. La murciana, a sus 28 años y 1,91 metros, cubriría el hueco dejado en la pintura por Tamara Abalde: sin embargo, no será la única en llegar para reforzar el juego interior, ya que también han dejado el Valencia Basket otras dos pívots, Meiya Tirera y Julia Reisingerová. Uno de esos puestos, eso sí, está reservado para una '5' norteamericana muy poderosa.

Días atrás, el club también anunció la salida de Irene Garí y de Joy Adams, confirmando la profunda reestructuración prevista en su plantilla para la próxima temporada. La llegada de Laura Gil sería un refuerzo de auténtico lujo, ya que a sus más de 100 internacionalidades, suma un gran palmarés tanto a nivel de clubes como de selección.

Antes de la cuarentena ganó la Copa de la Reina con el Perfumerías, club con el que también sabe lo que es ganar la Liga y la Euroliga.Con la selección española, Gil puede presumir de una medalla de oro en un Europeo y de dos platas, una olímpica y otra en un Mundial.

Jugadora de enorme talento y calidad es también Cristina Ouviña. La base aragonesa, de 1,79 metros y 29 años, ha disputado esta última campaña en el Praga, en la República Checa. Jugadora de carácter, ha desarrollado la mayor parte de sus carrera fuera de España aunque es internacional desde 2012 y con la selección española se proclamó campeona de Europa en 2013 y 2019. Destaca por su rapidez y visión de juego, y sería un complemento perfecto para Anna Gómez e incluso Leticia Romero cuando esté recuperada.

Romero, recordemos, es una jugadora que puede actuar como base o escolta, y junto a María Pina, Queralt Casas y la propia Gómez formará la columna vertebral del próximo proyecto. A ellas habría que sumar a la joven Raquel Carrera, que regresa tras su año de cesión en el Araski, y muy probablemente la base valenciana Lorena Segura.

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