Para que la primera plantilla masculina del Valencia Basket, hay un elemento mucho más importante que contar con 13 pistas, una treintena de vestuarios y todo el material individualizado para los jugadores. Los realmente imprescindibles son los empleados de L'Alqueria del Basket, que cada día se esfuerzan al máximo para que todo el protocolo se cumpla de forma exhaustiva.

Óscar Navarro y Adrián Pérez, encargados de mantenimiento, ocupándose de que todos los elementos necesarios estén en perfectas condiciones y colocados en su sitio. El delegado de pistas, Vicente Pérez, desinfectando puntualmente cualquier cosa que pueda entrar en contacto con los jugadores. El personal de limpieza, Araceli Romero, María Jesús Bautista y Teresa Romero, haciendo un trabajo profundo en los vestuarios individualizados y en los espacios comunes.

Nando Herrero, Mónica Martínez y Patricia Calabuig ocupándose desde la recepción de que nadie ingrese en la instalación sin pasar el pertinente control de temperatura y sin llevar los equipos de protección individual, apoyándose en el personal de seguridad: Ramón Arce, Juan José Borrás, Santiago José Moreno, Carlos Castro, Valentín Dragomir y César Arnoldo Ordóñez.

Hay que poner el foco en la importancia de su labor. Óscar Navarro, Vicente Giner y Araceli Romero, poniendo voz a todos sus compañeros, nos cuentan su trabajo y su experiencia del día a día para que L'Alqueria del Basket esté en perfectas condiciones y los jugadores solo tengan que preocuparse de prepararse para la competición

Un trabajo diario que asegura las máximas garantías higiénicas

Cada día, los jugadores (y el resto de empleados que acceden a la instalación) entran a L'Alqueria del Basket por la única puerta habilitada. Allí se les realiza un control de temperatura y tienen a disposición todos los equipos de protección individual higiénicos que puedan necesitar. Cada jugador tiene asignado un vestuario de uso individual, rotulado con su nombre, en él encuentra preparada la ropa de entrenamiento, agua, una toalla para su uso de entrenamiento, otra para la ducha y todos los elementos deportivos que necesite para poder entrenar y que usará de manera exclusiva.

Cuando pasan a la cancha, cada jugador tiene asignada una canasta para uso individual donde trabajar ese día. Los jugadores se encontrarán con todos los elementos convenientemente desinfectados y con el ambiente adecuado, gracias al sistema de reciclaje de aire que garantiza la correcta ventilación.

Entre turno y turno de trabajo de los jugadores, se procede a la limpieza de todos los tableros y canastas, así como el parquet, material deportivo y máquinas de tiro que hubieran tenido que utilizar.

Los vestuarios también merecen especial atención, ya que se recoge el material y útiles de aseo personal y se limpian y desinfectan en profundidad, usando un generador de ozono en cada vestuario durante el tiempo necesario para desinfectar, purificar y eliminar microorganismos del aire.

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