Sin tiempo para muchos lamentos ni tampoco para excesivas alegrías. Esta Fase Final Excepcional de la Liga Endesa transcurre a un ritmo de vértigo y esta noche abre su penúltima entrega antes de proceder al primer corte. Aunque muchos aventuraban que el grupo B, en el que está encuadrado el Valencia Basket, iba a ser un camino relativamente plácido para valencianos y madridistas, la realidad está siendo otra. Con los cuatro equipos empatados a dos triunfos, en un momento en el que ya nadie quiere renunciar a nada.

El conjunto de Ponsarnau llega a la cita ante el Burgos exigido tras haber caído frente al Real Madrid en un duelo en el que curiosamente exhibió su mejor baloncesto en lo que llevamos de torneo. Bajo esta tesitura se ampara el preparador catalán de cara a superar un partido con aroma a final. Depender de sí mismo en la última jornada es el gran reto que ahora mismo se ha fijado el plantel taronja y todo eso pasa de manera ineludible por superar a un bloque que fue capaz de sorprender al Real Madrid.

El Valencia Basket parece haber recuperado la famosa coralidad que tan bien le ha ido siempre. Ante los blancos, todos los jugadores que participaron consiguieron anotar y sobre todo remarcaron que su rol puede ser incluso más importante que el jugador que sustituyen en la pista. Ponsarnau sabía que la defensa era otro de los debes, y aunque frente al Real Madrid se encajaron muchos puntos, la línea ascendente exhibida desde el segundo cuarto es la referencia a tener en cuenta.

Con un Abalde más que afinado, Tobey fue el jugador que también se subió al tren de la efectividad. Faltaban más hombres importantes y poco a poco han ido apareciendo al rescate. Dubljevic, Marinkovic o Loyd están cotizando al alza conforme ganan minutos y forma mientras que Van Rossom, Sastre, Labeyrie o Doornekamp fomentan el trabajo y el desgaste como bandera. El base andorrano Colom es el que de momento sigue sin ofrecer esa versión sólida que sería más que necesaria en un puesto además tan importante como es el suyo y en donde ahora mismo sólo tiene como competencia al propio Van Rossom, situación que debería servir para estar muy motivado.

Ndour sigue al margen

Con Vives descartado desde el inicio del campeonato, Ndour completa el parte de bajas. El interior senegalés no consigue dejar atrás unas molestias en la rodilla izquierda, producidas justo en la semana previa, que le están impidiendo trabajar en la dinámica habitual del equipo.

Su ausencia es muy sensible dado que es el jugador con mayor capacidad atlética de la plantilla, hecho que ha propiciado que Tobey haya tenido que dar un paso al frente en esa faceta. San Emeterio, sin minutos ante el Real Madrid, presumiblemente volverá a ser de la partida en la pizarra de Ponsarnau que está mirando con lupa los esfuerzos de sus jugadores, sabedor de que necesita en cada envite piernas frescas y una mente limpia.

La política de dosificación es más que importante y el tener un fondo de armario como el que ostenta el Valencia Basket es una de las ventajas que hay que intentar explotar al máximo para superar a los rivales conforme el partido vaya avanzando en minutos.

El San Pablo Burgos presenta desde el perímetro sus dos grandes amenazas con Benite y McFadden como estiletes. El que era su mejor jugador en la temporada, Earl Clark, decidió emigrar a Estados Unidos tras desatarse la pandemia del coronavirus y no volvió. Recientemente firmó por la liga coreana. En la pintura, Lima y el cubano Rivero trabajan muy bien el aspecto reboteador.