El próximo mes de septiembre cumplirá apenas tres años desde su inauguración, pero L'Alqueria del Basket está comenzando a dar ya sus primeros frutos. Bajo la dirección de Andreu Casadevall en su vertiente masculina, y Esteban Albert en la femenina, la casa del baloncesto europeo de formación crece cada día, y junto a ella las posibilidades de sus inquilinos. Un buen número de internacionales en las diferentes categorías de formación son el mejor ejemplo.

Entre todos ellos destacan con la sub'18 española Guillem Ferrando y Millán Jiménez que, junto al alicantino Alonso Faure que este próximo curso jugará en la NCAA de la mano de la universidad de Loyola MarylandAlonso Faure, están confirmando una progresión que hoy por hoy les convierte en firmes apuestas de futuro dentro de la cantera taronja.

Al igual que el año pasado, está previsto que ambos repitan en la pretemporada con el primer equipo -Millán se incorporará un poco más tarde por un esguince de rodilla-, bajo cuya dinámica vienen participando desde hace ya tiempo.

«Me están ayudando mucho, sobre todo los bases. Vives, Colom y Van Rossom me han ayudado mucho este año, han estado siempre dándome consejos y han estado ahí conmigo, no me han dejado de lado y me han tratado como si fuera uno más. Ha sido más o menos fácil gracias a los compañeros», asegura Ferrando, que subraya que «ahí la profesionalidad es máxima. Están todos muy centrados, hay que cuidarse la alimentación, las horas de descanso, entrenando siempre a muerte, sin dejarse nada...Hay que acostumbrarse, yo ya había estado concentrado con las diferentes selecciones españolas y más o menos sabía como iba todo».

Jiménez, por su parte, aunque admite que «este año se ha hecho una plantilla con nombres muy importantes, y será más difícil estar ahí», tiene claro que intentará hacerse «un hueco y tener la oportunidad de estar ahí, aunque sé que va a ser muy difícil porque hay jugadores muy buenos. Eso también te hace mejor». «Creo que cada vez que he subido a entrenar con el primer equipo me he adaptado bien. Sigue siendo difícil y sigues viéndolos un poco lejos, pero cada vez tienen que estar más cerca», insiste el alero riojano.

A ninguno de los dos es necesario explicarles ya como es debutar con el primer equipo. En su caso, además, fue por la puerta grande, ni más ni menos que en la Euroliga. «Desde que nací estoy yendo a La Fonteta a ver los partidos, era un sueño que al principio pensaba que no llegaría pero que cada vez iba acercándose más. Aún así lo veía muy difícil, pero tuve la oportunidad y la aproveché», relata el de Benifairó de la Valldigna.

El estreno llegó en el segundo cuarto del choque ante el Maccabi en La Fonteta debido a los problemas físicos de Marinkovic y Colom. «En un tiempo muerto del partido Ponsarnau me dijo que entraba. Me quedé sorprendido, estaba un poco nervioso y sobre todo quería que no anotasen mucho con mi defensa y en ataque no perder balones. Fue bastante bien y estoy muy contento. Contra Fenerbahçe estuve convocado también», recuerda.

El de Jiménez llegó el pasado mes de diciembre en Milán tras haber estado convocado esa misma semana en Manresa por la lesión de Sastre y San Emeterio. «En el momento de estar allí en la pista no te das cuenta ni dónde estás, luego ya cuando pasa el tiempo piensas he debutado en la Euroliga y a más de uno le gustaría estar donde estoy ahora. La experiencia fue muy chula, estar allí con el equipo, concentrados, la dinámica que seguíamos, todas las cámaras, toda la gente...», señala.

Ferrando se define como un «base organizador, que intento que mis compañeros estén metidos en el partido, que sumen...» aunque «tengo que mejorar en defensa sobre todo de piernas, la explosividad, los cambios de ritmo y el tiro». Lleva en el Valencia Basket desde los doce años -al igual que en la selección española-, un club donde ya estaba su hermano César. «Yo venía de jugar en el Tavernes de la Valldigna y la diferencia era grande. Lo bueno es que ya conocía antes todo esto porque mi hermano mayor estaba en la cantera y venía a ver los entrenamientos, los partidos y sabía más o menos como iba todo. Por eso no lo noté tanto», indica.

Hace mucho menos tiempo aterrizó Millán Jiménez, jugador cuya mayor virtud está en ataque. «Lo mejor que tengo es que puedo hacer muchas cosas, tanto en defensa como en ataque, soy bueno en más de un aspecto del juego y sobre todo me gusta meter puntos», explica. Aún siendo cadete, su buen papel en el Campeonato de España Junior de 2018 despertó el interés de muchos clubes ACB. Sin embargo, y pese a que «tenía varias opciones» sobre la mesa, «Valencia siempre me llamó la atención por L'Alqueria, las instalaciones, la gente€ Además me habían invitado a un torneo en Zaragoza y con los compañeros me sentí muy bien, estuve cómodo y al final, después de pensarlo mucho, elegí Valencia y creo que no me equivoqué. La apuesta ha sido importante».

Por último, en cuanto a la concentración con la sub'18 que ha tenido lugar durante cinco días en L'Alqueria del Basket Ferrando que «aún sin poder entrenar con contacto, la experiencia, los entrenamientos, el poder estar con los compañeros es muy bueno». Millán Jiménez, por su parte, concluyó que «hemos estado disfrutando todos, yo también aunque no pueda entrenar -está lesionado-. Teníamos ganas de juntarnos todos y poder trabajar».

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