La Euroliga vuelve a La Fonteta y lo hace con un partido ante el Asvel Villeurbanne que exigirá al Valencia Basket dar su mejor versión si quiere evitar un mal inicio como el de la pasada temporada. Una experiencia que debe de servir a los jugadores y técnicos para engancharse a la competición desde el primer día y facilitar así la consecución del objetivo final, que pasa por entrar en el Top 8 de la competición.

Los taronja no juegan en casa en Europa desde el partido de marzo ante el Milan a puerta cerrada, pero en esta ocasión sí podrán hacerlo con público, aunque el aforo esté limitado a 400 personas. Un aliciente extra para que los de Ponsarnau intenten brindar una victoria ante un rival con el que nunca han perdido como locales y al que ya ganaron el mes pasado en la Fonteta durante el We're Back Preseason Tour de Valencia. «Sabemos de la exigencia física de la Euroliga y tenemos que sacar el máximo de nosotros en esa faceta. Pero también hay que jugar bien a baloncesto y en eso vamos tarde», señaló un exigente Ponsarnau.

El técnico seguirá sin poder contar con el escolta serbio Vanja Marinkovic, que pese a haber mejorado de su lumbalgia aguda, todavía no se ha incorporado a la dinámica de trabajo con sus compañeros y causará baja para este partido.

El ASVEL Villeurbanne llega a la Fonteta tras estrenarse en la Liga francesa tras imponerse en la pista del Chalon-Reims.