El Valencia Basket empieza la Euroliga sufriendo hasta el final, pero con una victoria importantísima ante el Asvel Villeurbanne que le debe ayudar a seguir creciendo con la aportación cada vez mayor de los fichajes en una noche en la que Derrick Williams fue el más inspirado, con 15 puntos y en la que la mala noticia fue la lesión de Joan Sastre a falta de 25 segundos para el final.

Con 400 aficionados en las gradas y la habitual música de La Fonteta en uno de los fondos, el Valencia Basket afrontó su primer partido de Euroliga esta temporada ante un Asvel al que ya había ganado en pretemporada. Pero llegaba la hora de la verdad y la primera gran prueba de fuego de la temporada ante un rival que, aunque nunca ha ganado en La Fonteta, tiene físico y talento suficiente para dar la sorpresa en cualquier pista.

Van Rossom, Sastre, Kalinic, Derrick Williams y Dubljevic formaron el primer quinteto inicial en la competición, aunque no tardó Ponsarnau en dar entrada a Tobey para intentar hacer más daño en la pintura. Y acertó el técnico, ya que tanto él como Derrick Williams lideraron al equipo en un primer cuarto en el que los taronja apostaron por el juego interior ante la falta de acierto en el tiro de tres, con un 0 de 5 de acierto en los primeros diez minutos.

El Asvel, por el contrario, lo intentaba más desde más allá de la línea de 6,75, pero por suerte para los locales, sin demasiado acierto tampoco (2 de 9). Así, con una mínima ventaja (18-17) y con solo dos rotaciones desde el banquillo con la entrada de Prepelic junto a la de Tobey, empezó el segundo cuarto.

Seis puntos seguidos de Prepelic a dispararon a los taronja hasta el 24-19, pero la ventaja fue aumentando poco a poco hasta un esperanzador 37-35 con un juego coral en el que Ponsarnau aprovechaba la polivalencia de sus jugadores para hacer daño al rival, jugando muchos minutos con dos bases e incluso con un Jaime Pradilla que puso al público en pie tras una gran accción individual en la pintura antes de irse al banquillo con dos faltas en menos de tres minutos.

Pero cuando el partido se ponía de cara, un parcial de 0-8, con triples de Diot y Noua y dos puntos de Cole, redujeron la diferencia a solo cuatro puntos antes del descanso (37-33).

Derrick Williams, en su mejor partido oficial como taronja, daba aire a los locales con cuatro puntos consecutivos en la reanudación, pero el Valencia Basket empezaba a tener problemas para frenar a un Fall que se iba haciendo el dueño de la pintura y que, con seis puntos seguidos, puso al Asvel por delante (41-43) a mitad de cuarto.

La reacción, eso sí, no tardó en llegar, con los tiros libres de Dubljevic y cinco puntos de un inspirado Derrick Williams (con triple incluido) que devolvieron la ventaja a un Valencia Basket que terminó arriba el tercer cuarto (50-47).

Tobey aumentaba la ventaja y Hermannsson sumaba sus primeros cuarto puntos del partido para llegar al 56-51 a falta de seis minutos y obligar a Parker a pedir un tiempo muerto. A Ponsarnau le funcionaba la apuesta de tres ‘bajitos’ con Vives, Hermannsson y Prepelic y la diferencia siguió aumentando hasta que Lacombe, con un triple, metió de nuevo al Asvel en el partido a falta de poco más de tres minutos (61-56).

Llegaban los minutos decisivos y el técnico quiso cambiar el juego interior dando entrada a Dubljevic y Williams por Labeyrie y un Tobey que también recibió los aplausos de la afición. Instantes después puso en pista al quinteto inicial, pero Noua y Lacombe empataron el partido a falta de 25 segundos y los taronja perdieron a Sastre por lesión tras una caída en la lucha por un rebote.

Vives ocupó su lugar, Van Rossom adelantó a los locales a falta de 16,4 segundos y los taronja aprovecharon el margen que tenían para bonus para frenar al Asvel con faltas sin tiro, hasta llegar a un último triple forzado sobre la bocina que congeló la respiración de los presentes y que, por suerte, no entró.