Como un rodillo. Así pasó el Valencia Basket por el Wizink Center para fulminar al Real Madrid, sumar la segunda victoria taronja en la Euroliga y demostrar que, si el equipo sigue creciendo, hay plantilla para entrar en el Top 8 e incluso aspirar a algo más. Y todo ello sin necesidad de contar con un recuperado Marinkovic en un partido que ganaron 77-93 después de haber ido ganando por hasta 25 puntos de diferencia.
Alberto Abalde, en su primer partido contra su exequipo, abrió el marcador con un triple. Un aviso de las ganas que tenía el gallego de hacerlo bien ante el Valencia Basket después de que el Real Madrid pagara su cláusula de 1,5 millones al club taronja para ficharlo.
Pero fueron Tavares y Garuba quienes intimidaron más a los de Ponsarnau en los primeros minutos, con un tapón del caboverdiano y tres del joven talento madrileño -dos de ellos seguidos ante Derrick Williams-. había que huir de la pintura y los pívots taronja encontraron el antídoto perfecto desde la línea de 6,75, especialmente un Dubljevic inspirado en toda la primera parte, con cuatro triples antes del descanso.
Kalinic, con una exhibición de recursos y 6 puntos en los primeros minutos, compensó también el acierto de Campazzo desde el triple, hasta el punto de terminar el primer cuarto a solo dos puntos de los locales (19-17).
Hermannsson daba descanso a Prepelic para jugar de ‘2’ a la espera de que Ponsarnau se animara a meter en pista a un recuperado Marinkovic. Pero fue Van Rossom quien, en unos minutos de máxima inspiración anotadora y en asistencias, catapultó a los taronja hacia un parcial de 3-15 (32-37), en el que Labeyrie puso también su granito de arena emulando al capitán, con dos triples mientras Tobey hacía daño en la pintura ante su falta de acierto en el tiro exterior.
Los taronja elevaron la diferencia hasta el 34-42 tras el cuarto triple de ‘Dubi’, pero Llull le devolvió otro desde 8 metros y Campazzo acercó a los madridistas hasta obligar a Ponsarnau a pedir tiempo muerto con 39-42 en el marcador. La última jugada de pizarra le salió perfecta y Dubljevic anotó bajo el aro la última acción de la primera parte (39-44).
El descanso no enfrió la muñeca del montenegrino, quien encadenó dos triples consecutivos para desesperación de un Tavares que no sabía cómo frenarle en el perímetro. Seis puntos que, sumados a otros tantos de Prepelic, llevaron al Valencia Basket a su máxima diferencia (43-55).
Garuba, un guerrero bajo el aro, Causeur y Campazzo recortaron la diferencia, pero una espectacular acción de Kalinic y una cómoda entrada a canasta de Vives devolvieron a los visitantes su máxima ventaja (47-59), lo que llevó a Laso a pedir un tiempo muerto.
De poco le sirvió al Real Madrid. Dubljevic empezaba a hacer daño también bajo el aro, forzando faltas ante Tavares. La ventaja seguía subiendo mientras llegaban las prisas al equipo blanco, con muchos fallos en el tiro que solo compensaron en parte con su superioridad en el rebote para tener segundas e incluso terceras opciones.
Los blancos solo sumaban desde la línea de tiros libres, mientras Derrick Williams se entonaba para anotar un triple y sumar cinco puntos consecutivos que pusieron el 51-68 al final del tercer cuarto.
El Valencia Basket acariciaba una victoria europea que se le resistía en Madrid desde 2011, pero había que rematar la faena en los últimos diez minutos.Y no bajaron el listón los taronja, en un partido redondo desde el principio hasta el final. Un 2+1 de Hermannson, San Emeterio con 5 puntos, Tobey y Labeyrie elevaban la diferencia hasta un increíble +25 para el Valencia Basket (55-80). Ya sin opciones ni presión, los blancos empezaron a ver aro con facilidad, pero Tobey frenó el ánimo de los de Laso con un gran final de partido en el que sumó 10 puntos para cerrar el segundo triunfo.
