El Valencia Basket nunca había ganado en el Megasport Arena de Moscú y sigue sin hacerlo. Los taronja rompieron su buena racha en la Euroliga en un partido igualado hasta el final del tercer cuarto pero que se rompió al final ante el acierto de un Clyborn que había estado desaparecido hasta entonces y que fue clave para llegar al 84-75 final, con victoria para el CSKA.

Jaume Ponsarnau volvió a confirmar su apuesta por una plantilla larga dando entrada a Josep Puerto de inicio, tal y como hizo en la Liga Endesa contra el Casademont Zaragoza. El de Almussafes no se arrugó y en los poco menos de cinco minutos que estuvo en la pista, anotó una canasta y logró hacer un espectacular tapón.

Labeyrie, ausente de la lista ante el Monbus Obradoiro, abrió antes el partido con un triple y puso también el 6-7 en el marcador. Una mínima ventaja que ayudaron a mantener Van Rossom, Kalinic y Derrick Williams, pero que se esfumó en los últimos segundos del primer cuarto tras canasta de Strelnieks y dos tiros libres de Clyburn.

La igualdad se rompió al inicio del segundo cuarto, con un parcial de 11-0 para los locales, con triples de Antonov y un James que iba calentando muñeca. Ponsarnau paró el partido y dio entrada a Jaime Pradilla, tras su espectacular partido en Santiago. Y el zaragozano volvió a responder con un recital de acierto y garra en la pintura, hasta el punto de ser clave para empatar el partido (30-30) con siete puntos y 4 rebotes (tres de ellos ofensivos) en poco más de cinco minutos.

Pero cuando el Valencia Basket se había vuelto a meter en el partido, tres errores consecutivos de los taronja fueron castigados por un inspirado James para lograr un parcial de 14-5 que puso el inquietante 44-35 al descanso.

El Valencia Basket pagaba su mal porcentaje de acierto en triples y seguía dependiendo mucho de su capitán, un Bojan Dubljevic que no tardó en anotar su primer triple tras el descanso para mantener la ilusión taronja con cinco puntos consecutivos (47-40).

Por suerte para los de Ponsarnau, Clyborn no tenía su día y fallaba una y otra vez sus lanzamientos exteriores o en la zona, para dar vida al Valencia Basket. Y los visitantes, una vez más, sacaron provecho de ello para volver a poner contra las cuerdas al CSKA, liderados por un gran Labeyrie y el acierto en el tiro exterior de Klemen Prepelic, clave para ponerse un solo punto abajo (59-58) tras una rebote ofensivo de Tobey que acabó en canasta. Eso sí, el tiempo muerto de Dimitris Itoudis le valió para marcar una última jugada y para que Voigtmann anotara un triple sobre la bocina para dar aire a los locales antes del último cuarto (62-58).

Hackett, al igual que al inicio del tercer cuarto, abrió el último período con un nuevo triple y aunque no tardó en responder Tobey, Voigtmann sorprendió con otro triple y Clyburn sumó también desde la línea de 6,75 para poner un peligroso 71-60 en el marcador.

Ponsarnau tuvo que parar el partido y un 2+1 de Kalinic dio oxígeno a los taronja. Más aún cuando acto seguido anotó dos tiros libres más (71-65). Pero la defensa taronja seguía haciendo aguas, Milutinov y Voigtmann hacían daño en la zona y Clyburn encontraba la inspiración que le había faltado en los tres primeros cuartos. Con 77-67 a falta de poco más de dos minutos, solo cabía esperar un milagro, que no llegaría. Dubljevic y Van Rossom recortaron la diferencia desde la línea de tiros libres, pero Clyburn de nuevo sentenció el partido.