Derrota de contrastes para el Valencia Basket que deja en una situación delicada al equipo en la Liga Endesa. Un primer cuarto desastroso, en el que el Real Madrid pasó como un auténtico vendaval, puso muy cuesta arriba un encuentro en el que tras el descanso y espoleado por una más que cuestionable labor arbitral, el cuadro taronja sacó el orgullo e incluso tuvo en su mano la remontada cuando se colocó a seis puntos a casi cinco minutos del final. Desgraciadamente, la re montada no pasó de ahí.

El Valencia Basket puso el partido en bandeja al Real Madrid desde el salto inicial. Así de claro, ya así de rotundo tras firmar en el arranque uno de los peores cuartos de su historia. Y no solo por la falta de acierto y los muchos problemas para anotar ante la defensa de Tavares, también por una actitud defensiva que dejó mucho que desear. Prácticamente ni una falta en defensa en todo el cuarto a pesar de una sangría, con hombres como Carroll campando a sus anchas, que al final del acto reflejaba un marcador de 6-28.

De poco sirvieron los movimientos de Jaume Ponsarnau sentando primero a Hermannsson para poner a Vives al '1', o dando entrada luego a hombres como Prepelic o Van Rossom buscando mayor acierto exterior -0/5 en triples en esos primeros diez minutos-, o su tiempo muerto a algo más de tres minutos del final del cuarto. Por si fuera poco, los nervios y la precipitación se fueron poco a poco apoderando del juego de un equipo que mostró, con diferencia, su peor cara de la temporada en este tramos inicial del encuentro.

Mejoró algo la cosa en el segundo curto sobre todo gracias a la entrada de Vanja Marinkovic. Sus cuatro triples dieron algo de oxígeno al ataque taronja aunque, más que nada, para mantener a su equipo en un intercambio de canastas que no llevaba a ningún lado. Y es que, pese que defensivamente los locales trataron de imprimirle una marcha más a su juego, el enorme acierto del Real Madrid no daba ni siquiera para soñar en la remontada (25-50; min. 20).

Tampoco es que, viendo como estaba el partido, el arbitraje ayudase demasiado como quedó demostrado tras el paso por los vestuarios. Y es que, en un encuentro donde no parecía que hubiera ya mucho por decidir, Conde, Padrós y García Gonález se convirtieron en tristes protagonistas expulsando primero a Ponsarnau con dos polémicas técnicas consecutivas -la primera pareció que era para el banquillo- y acto seguido pitando otra de 'infantiles' a Van Rossom por golpear el balón.

Todo un golpe en el orgullo taronja, que a partir de ese momento sacó el carácter necesario para, como mínimo, poner el susto en el cuerpo a un rival que ya se veía con el choque totalmente solventado. El acierto de Louis Labeyrie, aunque muy complicado, hizo soñar a los valencianos con el milagro de la remontada (55-70; min. 30). Más aún cuando tras cinco puntos consecutivos del francés la renta madridista bajó hasta los 12 puntos (64-76; min. 33).

Dos ataques seguidos desperdiciaron los locales para acercarse todavía más al cuadro 'blanco'. Lo conseguirían en el tercero con dos tiros libres de Prepelic (66-76; min. 34). El Valencia Basket era otro, había recuperado la fe y las dudas llegaban al equipo de Pablo laso, ahora visiblemente nervioso en la banda. Tanto que, tras un nuevo triple de Labeyrie, se vio obligado a parar el partido para buscar soluciones al intercambio de papeles que se había producido en la pista (71-77; min. 35).

Desgraciadamente, el intento de remontada no pasó de ahí. Tampoco, y al igual que en los minutos anteriores, ayudó el arbitraje en jugadas que pudieron haber resultado clave. No fueron los causantes de la derrota, es evidente, pero su labor fue más que cuestionable. Sobre todo tras las tres técnicas señaladas al Valencia Basket.

Estadísticas interactivas del Valencia Basket - Real Madrid