El diferente rendimiento del Valencia Basket en la Euroliga para Jaume Ponsarnau y todo su staff técnico. Y es que la buena dinámica en el torneo continental no está teniendo la continuidad que debiera en el doméstico, lo que ha abierto la puerta a la incertidumbre en este inicio de temporada. Un Valencia Basket que, lejos de mantener una regularidad, es ha convertido en un equipo de dos caras bien diferenciadas.

Así, el cuadro taronja ha disputado hasta el momento seis encuentros en la Euroliga, en la que lleva un buen balance con cuatro triunfos y dos derrotas, pero sólo tras cinco de ellos tuvo partido en la competición nacional, ya que después de jugar ante el Barcelona tuvo jornada de descanso en ACB. El balance de los cinco choques de Liga Endesa o, el logrado después de ganar en la pista del Zalgiris Kaunas ante el Casademont Zaragoza por 93-84.

Un partido en el que, recordemos, se salvaron los muebles in extremis pues los de Jaume Ponsarnau llegaron a perder por hasta 21 puntos. Sin embargo, un parcial de 31-10 en el último cuarto permitió dar la vuelta a un encuentro que estaba ya muy cuesta arriba. Tanto en este como en las otras cuatro derrotas coincide la mala entrada del equipo en pista. Y no sólo a nivel de energía, ritmo, concentración o juego, también incluso actitud.

«Hemos cometido el mismo error que otros partidos, de no entrar con la tensión adecuada y centrados en las cosas importantes. Nos lamentamos, nos machacamos, y asumo toda la responsabilidad. Si nos ha pasado tantas veces, será culpa del entrenador», destacó Jaume Ponsarnau tras el último ‘varapalo’ en La Fonteta ante el San Pablo Burgos que deja a los taronja con una balance de 4 triunfos y 5 derrotas en la ACB.

En este sentido, una clave estadística importante para entender esos problemas de concentración o actitud que no se producen en Europa es el análisis de la defensa. Y es que mientras el Valencia Basket viene anotando una media de 80 puntos en ambas competiciones, en la Euroliga ‘sólo’ recibe 76,3 puntos mientras que en la Liga Endesa casi seis puntos más, 82.

Algo ciertamente paradójico cuando, sobre el papel, los mejores jugadores, los de mayor talento y por tanto más difíciles de defender, están en el torneo continental. Un escenario dónde los de La Fonteta despliegan su mejor juego, también a la hora de repartir asistencias -19,3 por 14,7-, capturando rebotes -33,3 por 32,3- y elevando sus porcentajes de dos puntos -58,3% por 54,6%-. En triples y tiros libres, por contra, los porcentajes son mejores en el campeonato liguero.

Así, hay dos hechos significativos a tener también muy en cuenta. Por un lado que el partido de la Euroliga es el primero de la semana, el que permite recuperar energía, llegar con las pilas cargadas y para el que hay más tiempo para prepararse -física y tácticamente-. Nada que ver con los de ACB. Y por otro está el capítulo de la motivación. Acabar entre los ocho primeros en Europa es el gran objetivo de la temporada, todos en el equipo lo tienen claro y eso, inconscientemente, les tiene más focalizados en la Euroliga. Una inercia peligrosa y que ahora no es fácil cambiar.

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