El Valencia Basket con una victoria balsámica en Málaga. La undécima consecutiva en la Liga Endesa y que da una inyección de moral a un equipo que supo canalizar su frustración en la pista para seguir sumando en la ACB. En el partido, por cierto, además de las bajas de Guillem Vives y Joan Sastre, tampoco se vistió Derrick Williams por esas molestias en la rodilla izquierda que ya le impidieron jugar la pasada semana ante el BaskoniaBaskonia.

Sorprendió Jaume Ponsarnau dando entrada de inicio a Josep Puerto. Más por lo poco habitual de la decisión que por su necesidad ante lo mucho que se juegA el equipo este próximo jueves ante el CSKA en la Euroliga. La decisión, más allá de lo anecdótico, no supuso ningún revulsivo para un Valencia Basket que arrancó el choque muy espeso y sin ideas ofensivas. Jaime Fernández le ganó completamente la partida a Martin Hermannsson en estos compases iniciales y el marcador así lo reflejaba (11-3; min. 4).

El equipo decidió dar un paso a delante en defensa. No quedaba otra. Además, Klemen Prepelic acudió al rescate con dos triples y dos magníficas asistencias a Mike Tobey que permitieron a los taronja dar la vuelta al partido (13-14; min. 7). Con las rotaciones el equipo perdió de nuevo clarividencia ofensiva, aunque sin descuidar en este caso ya la faceta defensiva. Eso es lo que le permitió mantenerse vivo en momentos complicados aún con la inspiración de hombres como Abromaitis en las filas malagueñas (26-20; min. 13).

Dos técnicas casi consecutivas a Ponsarnau y Dubljevic, a la que se sumaría otra a Prepelic en el tramo final del cuarto, dejaban claro que el Valencia Basket no estaba para muchas 'bromas' después de las derrotas ante Zalgiris y Panathinaikos. Había nervios, susceptibilidad, pero también ganas de demostrar que este equipo está capacitado para mucho más. Faltaba encauzarlo como tocaba.

De eso se encargó Tobey liderando un parcial de 5-12 que volvió a poner a los de La Fonteta por delante (31-32; min. 19). Al Unicaja le costaba anotar de fuera -5/19 en la primera parte-, y esa era una clave que los valencianos debían seguir explotando de cara a un segundo tiempo al que se llegó en tablas (34-34; min. 20).

Tras el paso por los vestuarios el encuentro aumentó de intensidad y el intercambio de canastas se convirtió en una constante que parecía le estaba sentando mejor a los taronja. De hecho, hasta siete puntos de renta, su máxima del choque, llegó a tener el Valencia Basket a un minuto del final del cuarto (54-61; min. min. 29). Renta que se esfumó en un abrir y cerrar de ojos tras las canastas de Brizuela y Guerrero antes de llegar al último acto (58-61; min. 30).

El parcial se prolongaría hasta un 8-0 que puso a los locales por delante (62-61; min. 31). Vuelta a empezar y de nuevo continuas y mínimas alternancias en el electrónico que entre Kalinic y Tobey lograron romper a menos de tres minutos del final (77-83; min. 37). Lo paró Katsikaris, pero sirvió de poco. Prepelic y Marinkovic certificaron en el tramo final un triunfo balsámico, el undécimo consecutivo en la Liga Endesa, tras una semana muy dura en el máximo torneo continental. No se logró ganar el basket average-el Unicaja ganó en Valencia por cinco puntos-, pero tampoco parecíia muy necesario entre dos equipos a los que ahora mismo separan seis victorias en la clasificación.

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