EUROLIGA

Exhibición contra el Real Madrid para olvidar la Copa

El Valencia Basket saca su mejor versión tras seis días de descanso y con una primera parte espectacular que dio 20 de ventaja al descanso

Jorge Valero

Jorge Valero

La Copa dejó tocados a un Valencia Basket que cayó en cuartos y al Real Madrid por su estrepitosa derrota en la final y por ello el partido de ayer era más importante de lo que ya de por sí lo son los encuentros de Euroliga, con la necesidad de los taronja de acercarse al Top-8.

Pero al final solo podía sonreír uno y fueron los locales los que se llevaron el gato al agua, tras un recital de la primera parte que encarriló el partido hasta el 89-78 final.

Van Rossom, Marinkovic, Kalinic, Derrick Williams y Dubljevic formaron el quinteto inicial que empezó a poner tierra de por medio con dos triples de Marinkovic y de Kalinic consecutivos.

Solo Tavares parecía hacer daño a los taronja en esos primeros minutos, aunque el duelo del primer cuarto se disputó desde más allá de la línea de 6,75, con un mano a mano entre Marinkovic y un Jaycee Carroll que sumaron 12 y 15 puntos respectivamente.

Eso sí, mientras el estadounidense solo estaba apoyado por Tavares en la faceta anotadora, a los puntos de Marinkovic se sumaban también los triples de Tobey, Kalinic y Derrick Williams y las canastas de Van Rossom, Dubljevic, que permitieron cerrar el primer parcial con ocho de ventaja (29-21).

Los tarona eran superiores en todo menos en rebotes, pero lejos de llegar una reacción del Real Madrid, el Valencia Basket siguió apretando el acelerador para igualar las fuerzas en la pintura y seguir castigando desde el triple a los de Laso, impotente para frenar la avalancha local y el acierto en el tiro exterior.

Van Rossom tomaba el control del partido, Prepelic, Puerto y Hermannsson estrenaban también su casillero y los blancos tenían cada vez más dificultades para anotar, con solo 14 puntos en el segundo cuarto y un 55-35 para los locales al descanso después de un nuevo triple de Klemen Prepelic casi sobre la bocina.

Pero el paso por vestuarios despertó al Real Madrid, que se metió en el partido con los triples de Deck y Laprovittola y una canasta de Tavares que obligó a Ponsarnau a parar el partido con 57-45 en el marcador. El partido ya no parecía tan claro, pero cuando podías aparecer los nervios, Van Rossom catapultó de nuevo a los taronja con un triple, cinco puntos consecutivos y una asistencia a Kalinic, cargado de minutos mientras Ponsarnau prefería seguir posponiendo la reaparición de San Emeterio.

Los locales volvían a poner al Madrid contra las cuerdas y tras un parcial de 12-2, recuperaban los 20 puntos de ventaja con los que llegaron a la segunda parte, aunque Carlos Alocén los redujo a 19 antes del inicio del último cuarto con un tiro libre.

En ausencia de público real en las gradas, el virtual mostraba la fiesta que se podía estar viviendo en La Fonteta de no jugarse a puerta cerrada. La ‘vendetta’ por la Copa estaba a un paso de consumarse y Tobey no tardó en ampliar la diferencia hasta el +21 al inicio del últitmo cuarto.

La victoria ya se saboreaba, pero al Madrid nunca se le puede dar por muerto y Thompkins, Causeur y Alocen redujeron la diferencia a 73-59. Pero los taronja supieron mantener la sangre fría y un triple de Tobey (el tercero suyo de la noche) ayudó a ello, dando paso a un intercambio de canastas que en nada favorecía a los de Laso.

Prepelic, Van Rossom y Kalinic consolidaban la ventaja local, que volvió a ser de +19 tras un triple del esloveno, pero el Real Madrid tiró de orgullo para maquillar el resultado cuando el partido ya estaba decidido y tres triples del extaronja Alberto Abalde ayudaron a los de Laso a acercarse en el marcador, con un 87-78 a falta de menos de 30 segundos para el final.

Hermannsson volvió a poner a los locales por encima de la barrera de los diez puntos desde la línea de tiros libres y el partido murió con el Valencia Basket a un paso de Top-8, el gran objetivo de la temporada. Los seis días de descanso se notaron para bien y por delante un fin de semana sin Liga para seguir trabajando para mejorar al equipo.