El objetivo 'taronja' pasa por una plaza fija para 2023

La reciente confirmación de la Euroliga de otorgar una licencia permanente al Bayern Múnich y al ASVEL Villeurbanne, así como una por dos años al Alba Berlín, ha sentado como un jarro de agua fría en el entorno taronja. No tanto en la entidad valenciana, que desde hace prácticamente tres meses tenía constancia de que este movimiento se iba a terminar produciendo después de los últimos acuerdos adoptados en el organismo continental.

La Euroliga, pero esta decisión no varía sustancialmente la hoja de ruta del club si tomamos como referencia las palabras de Jordi Bertomeu en Milán a finales de 2019. El CEO de la Euroliga dejó caer en aquel momento que los taronja eran, junto al Virtus Bolonia, los principales candidatos a ser uno de los 16 clubes a contar con una licencia multianual ­ (ahora son 14 contando a Bayern, ASVEL y Alba Berlín) cuando se ampliase la competición.

La Euroliga vuelve a dar la espalda al Valencia Basket

Algo que tarde o temprano se acabará produciendo y cuya fecha ronda el 2023, momento en el que estará terminado y operativo el nuevo Casal España Arena de Valencia. Ahí no habrá retorno, en ese momento deberá llegar sí o sí el salto de calidad que permita al club continuar creciendo. Hasta entonces, el trabajo de ‘pico y pala’ del Valencia Basket continúa. Una labor ingrata, en la sombra, pero que a medio plazo confían en que termine viéndose recompensada.

A medio, ya que en breve no va a ser así. Por lo pronto, para disputar la próxima Euroliga habrá que acabar entre los ochos primeros. De lo contrario todo quedará supeditado a una de las dos ‘wild card’ que se antoja complicada con mercados como la VTB League y la Liga Adriática de por medio.

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