El Valencia Basket ya es campeón. Y el título llegó en la última décima de segundo, con dos tiros libres de Raquel Carrera que ya son historia del club y del baloncesto valenciano. El mejor homenaje posible a un Miki Vukovic que figuró también en las camisetas de las campeonas cuando recibieron el trofeo.

Con la experiencia de la final de Copa y la ilusión por ganar el primer título de su historia, el Valencia Basket afrontó la final de la Eurocup Women con el mismo quinteto de la semifinal.

Laura Gil no se vestía de corto finalmente y Marie Gülich esperaba su oportunidad en el banquillo, con una máscara protectora después del fuerte golpe que recibió al final de la semifinal ante el Carolo Basket.

Pero si el viernes fue Raquel Carrera la mejor baza ofensiva de las taronja en los primeros minutos, en esta ocasión fue Queralt Casas la que tiró del carro en un primer cuarto con espectaculares porcentajes de tiro en ambos equipos.

Las de Giampiero Ticchi demostraban el porqué de sus casi 90 puntos de media por partido pero aún así y pese a la permisividad arbitral en su defensa, las taronja se pusieron 20-24 a falta de dos minutos para el final del primer cuarto.

Ya sin Queralt Casas en pista al cargarse con dos faltas personales, el Reyer Venezia encadenó un parcial de 8-0 con la inspiración de Penna y Attura, que puso el 28-24 tras un robo en los últimos segundos.

Fagbenle aumentaba la diferencia en la reanudación, pero el Valencia Basket no bajaba los brazos y una canasta de Allen tras cuatro puntos de la capitana, Anna Gómez, empataba el partido (30-30).

Las de Rubén Burgos se agarraban al partido pese a las dificultades para contener a Anderson en la dirección y a sus interiores Fagbenle y Howard, que les permitieron llegar al descanso con cinco puntos de ventaja (46-41) que podían haber sido más de no ser por el acierto de Rebecca Allen, la ayuda de Trahan-Davis, y la conexión Leticia Romero-Marie Gülich.

Insólito, eso sí, fue tener que esperar 19 minutos para que al Reyer Venezia le pitaran su segunda falta del partido.

Pero ni el cuestionable criterio arbitral ni la canasta de Anderson en la vuelta a pista descentraron a las taronja a las taronja, que no tardaron en dar la vuelta al marcador con un parcial de 2-12, lideradas por Trahan-Davis y el empuje de Queralt Casas (50-53).

Rubén Burgos ampliaba la rotación con Juskaite, pero Fagbenle, Penna y Howard dieron oxígeno al Venezia y compensaron el acierto de Queralt, Carrera y Gülich para llegar al último cuarto con empatadas (63-63).

El título se decidía en diez minutos, cada jugada valía su peso en oro y las taronja sabían contener los nervios, de nuevo con una espectacular Raquel Carrera que no se dejaba intimidar por la experiencia y el talento de las pívots del Venezia.

El técnico italiano se vio obligado a parar el partido tras seis puntos casi consecutivos de la gallega, bien secundada por Allen y Leticia Romero. Con 68-73 a falta de cuatro minutos, Anderson volvía a meter a su equipo en el partido, pero Allen devolvía los cinco puntos de diferencia acto seguido.

Howard y de nuevo Anderson, una pesadilla para las taronja daban la vuelta al marcador tras un fallo en el tiro de Queralt. Los nervios y la buena defensa taronja hicieron que el Venezia agotara su posesión.

Queralt volvió a jugársela para poner por delante a las taronja, Petronyte empataba para las italianas y Carrera ponía por delante al Valencia BC con un tiro libre (79-80). Con 20 segundos por jugar, el Venezia apuraba posesión para ganar y Anderson golpeó a la moral taronja con una canasta a falta de 1,2 segundos (81-80).

El shock inicial se pasó en el tiempo muerto. Había que tener las ideas claras para ejecutar una milagrosa acción de pizarra y Raquel Carrera supo encontrar el hueco para recibir de Queralt y ser objeto de falta bajo la canasta, a falta de una décima de segundo.

A sus 19 años, la pívot gallega, la mejor ante el Carolo, tenía el título en sus manos. Y no le temblaron. Empató con el primero y le dio el título a las taronja con el segundo (81-82). La euforia se desató en la pista, el Valencia Basket era campeón y Raquel Carrera y todas sus compañeras escribieron su nombre con letras de oro en la historia del club.