Nadie en el Valencia Basket podrá olvidar nunca este primer título de la sección femenina, y nadie tampoco podrá olvidar a Raquel Carrera. La joven a la que, con apenas 19 años y con el partido ya prácticamente concluido, no le tembló el pulso desde la línea de tiros libres para posibilitarlo.

Pregunta: Bueno Raquel, imagino que aunque han pasado ya un par de días sigue en una nube...

Respuesta: Sí, lo cierto es que sí. Aún me está costando dormirme de la adrenalina que acumulo.

Cuénteme, ¿cómo recuerda esos tiros libres finales? ¿Qué sentía?

Recuerdo que los lancé con muchísima ilusión más que con la presión de meterlos. El hecho de que el entrenador confiase en ese momento para que yo me jugase la canasta , y mis compañeras también confiasen en mí me dio la emoción y las ganas de decir «ya que hemos llegado hasta aquí, vamos a meterlos.

¿Y eso cómo se hace? No es normal esa sangre fría en una jugadora de su edad...

Al final veníamos de perder una final de la Copa de la Reina, de tener esa sensación de que nos lo merecíamos, de que llevábamos toda la temporada trabajando para poder ganar. El que en un segundo se pueda cambiar de tener el partido perdido a poder ganarlo fue lo que me impulsó a mí a decir «pues ya está, si lo tengo a por ello.

¿Y esa última jugada de pizarra? La sensación que da es que les salió perfecta...

Es así, salió tal cual la pintamos. Si que es verdad que al principio teníamos un poco de miedo porque a Queralt Casas, que era la que sacaba, la estaba defendiendo la jugadora más alta del otro equipo e igual se le podía hacer más complicado el pase. Pero al final Queralt es una gran jugadora, con una grandísima visión de juego y me dio perfectamente el balón.

¿Debe ser una sensación espectacular ser la heroína de la final y de un título como este?

El partido son 40 minutos y si no hubiésemos llegado como llegamos al final yo no habría tenido que jugarme esos tiros libres. Es un trabajo de 40 minutos, de un desgaste enorme de todas, de las doce jugadoras del equipo. Si que es cierto que al final, bueno, se resume en dos tiros libres pero fueron cuarenta minutos viviéndolo al máximo.

¿Ese es uno de los secretos de la gran temporada del equipo, que no hay egoísmos?

Al final en el equipo hay una plantilla de doce jugadoras increíbles a todos los niveles, y eso es lo que hace que podamos jugar así entre nosotras, compartiendo el balón. Al final todo es gracias a las doce. No hay ninguna que digas es gracias a esta en especial.

Bueno, llegados a este punto, ¿cuénteme alguna anécdota de la celebración en el hotel?

Como salíamos a las 3 de la mañana sólo pudimos celebrarlo un poquillo pero lo celebramos bien. Una anécdota es que la capitana (Anna Gómez) no rompió la Copa de milagro... la única Copa que teníamos. Yo pensaba que esa noche la rompía pero bueno, la Copa está viva, la tenemos aquí en València, y la celebración acabó muy bien. Creo que nos lo merecíamos, hemos trabajado toda la temporada para ello y teníamos esa ilusión y esas ganas de ganar.

¿Qué le decían sus compañeras tras la final?

Más que decirme, me quedo con la reacción de todas ellas. Recuerdo las caras de todas en ese momento, de que no se creían como había metido así esos tiros libres. Esas caras de decir «¡Vaya tela»!€. Eso es con lo que más me quedo de los momentos posteriores.

Recuerdo que antes de la Final Four me decía que ganarla «sería algo increíble?. ¿Lo ha sido tanto?

Lo ha sido más. Al final es un título europeo, el primer título del Valencia Basket y lo vives con una emoción máxima. Creo que cuando sonó la bocina final aún no éramos conscientes, aún estábamos pensando en lo que acababa de pasar.

Esa ilusión también se ha trasladado a los aficionados, que pese a la situación actual se acercaron al aeropuerto de Manises y sobre todo a L'Alqueria del Basket a darles la bienvenida. ¿Les gustaría mucho este gesto?

Es muy de agradecer, hace muchísima ilusión hacer vivir ese tipo de momentos a la gente, esa ilusión con la que la gente te recibe. Yo también soy muy forofa del baloncesto, y he vivido momentos como aficionada que me gusta que la gente los viva también con nosotras.

Hay mucho que celebrar, pero lo cierto es que tienen muy poco tiempo porque ahora llegan ya los playffs de la Liga Femenina...

Sí, el viernes nos toca la vuelta contra el Durán Maquinaria Ensino, y ahora estamos con muchas ganas. Al final veníamos como con un poco de desilusión tras perder la Copa de la Reina, sin embargo ahora ves que todo lo que has trabajado durante la temporada da sus frutos. Hemos ganado la Eurocup Women y ahora no queremos conformarnos, queremos ir a por más. Vamos a ir a por todas.

Que se preparen ahora los rivales ¿no? Las veo con energías renovadas...

Sí que es cierto que el ganar el otro día nos va a dar ese puntito de ahora querer arrasar con todo.

Hablemos un poco de la Selección. Es indudable que tras su actuación en la Final Four su rol puede aumentar en protagonismo...

Al final la mayoría de jugadoras nacionales que juegan en mi posición están haciendo este año un muy buen papel y muy buen trabajo. Va a estar muy complicado, yo voy a seguir trabajando todo lo que resta de temporada para seguir disfrutando de esos momentos, pero al final a mí me gusta vivir viendo a la selección jugar tanto si estoy con ellas como si estoy viéndolo desde fuera.

El Eurobasket es en junio en València. Ahí se lo dejo.

Sería un sueño, pero un sueño de los grandes. Al final la Selección tiene un muy buen equipo, un buen grupo de trabajo y tendríamos bastantes posibilidades de revalidar el titulo. Si me convocan yo estaré al cien por cien.

¿Y un mes después estarían los JJOO de Tokio?

Ese sí que sería un sueño increíble. Es el gran sueño que puedes cumplir como deportista

Queralt Casas y Raquel Carrera anteponiendo siempre al colectivo.

Aunque considera que «habiendo ganado la Eurocup y como la hemos ganado el MVP es muy secundario», Queralt Casas dejó muy claro a su llegada a València que pensaba que «lo merecía Raquel Carrera». Un gesto que le honra pese a su brillante Final Four y que la pívot gallega le recuerda al saber de sus palabras.

«Ella se lo merecía muchísimo al final. Venía de hacer una grandísima Final Four, estuvo los 40 minutos del partido dándolo todo, como todo el equipo, y lo tiene merecidísimo. Y que nadie olvide que gracias a ella recibo el balón al final, si no tampoco hay dos tiros libres». Compañerismo, solidaridad, amistad... los secretos de un vestuario que, sin pretenderlo, ejemplifican jugadoras como