Un Real Madrid plagado de bajas, y que también perdió durante el encuentro a Rudy Fernández y Usman Garuba, golpeó primero en la serie de semifinales de la Liga Endesa a un Valencia Basket que estuvo muy lejos de su mejor versión. Las pérdidas en momentos clave y, sobre todo, los problemas en el control del rebote, fueron un lastre insalvable a los que además se sumó la falta de fluidez ofensiva y acierto de cara al aro rival. Mucho, por tanto, por mejorar de cara al duelo de este martes en La Fonteta si los de Jaume Ponsarnau no quieren decir adiós a la temporada.

Muy mala puesta en escena del Valencia Basket al que los locales pasaron por encima en los primeros compases. Con 1/7 en tiros de campo y apenas dos rebotes por nueve de su rival, a Jaume Ponsarnau no le quedó otra que parar el encuentro con apenas cinco minutos de encuentro transcurrido (14-4; min. 5). Faltaba acierto, fluidez en la circulación de balón, pero sobre todo intensidad y ajustar la defensa. Las soluciones tardaron en llegar, y más cuando un triple de Alocén disparaba todavía un poco más la renta madridista (20-8; min. 7).

Estas, afortunadamente, llegarían con las primeras rotaciones y la entrada a pista de hombres como Dubljevic y Labeyrie. Un parcial de 0-6 obligó a Pablo Laso a reaccionar de inmediato, que no quería la más mínima concesión con los taronja (20-14; min. 8). el mismo Laso al que no le quedaba más remedio que hacer debutar al joven Juan Nuñez ante las numerosas bajas en su roster.

No le fue mal a los 'blancos' con el canterano de inicio, con el que lograron alcanzar una máxima renta de 16 puntos nada más arrancar el segundo cuarto (30-14; min.11). Sería de nuevo Dubljevic el que se echaría el equipo a la españlda para, con 7 puntos casi consecutivos, liderar un parcial de 2-10 que volvía a acercar a los valencianos en el electrónico (32-24; min. 14). El Valencia Basket hacía la goma, pero no terminaba de dar la vuelta al encuentro. Tavares y Causeur lo evitaron en los minutos siguientes junto con el regreso de Alocén a la cancha (40-26; min. 17).

El gran problema estaba siendo el control sobre el rebote defensivo, y por ahí debían llegar las oportunas correcciones para acercarse al Real Madrid. Lo entendieron por fin los de La Fonteta, que antes de llegar al descanso lograban de nuevo reducir sustancialmente las diferencias (44-38; min. 20).

Tras el paso por los vestuarios las pérdidas, y una vez más los continuados problemas en el rebote, permitió a los locales estirar su renta gracias a hombres como Garuba o Tavares (53-44; min. 25). El destrozo en la pintura estaba siendo importante, al igual que un colapso ofensivo en los de Ponsarnau que permitía al Real Madrid sentirse cada vez más cómodo en el partido. Ni siquiera con una antideportiva sobre Derrick Williams, que falló los dos tiros libres, el Valencia Basket lograba anotar. Un desacierto castigado acto seguido con un triple de Carroll que terminó de hundir a los valencianos en un cuarto que acabó 58-46.

No varió sustancialmente la decoración en los últimos minutos. Y eso que el 3+1 de Labeyrie con el que comenzó el acto parecía que podía ejercer de interruptor para despertar al Valencia Basket. Pero no fue así. Ni siquiera las lesiones de Rudy Fernández y Usman Garuba ayudaron. El deseo y las ambición eran sólo de un equipo, y ese era el Real Madrid (68-54; min. 34). El acierto de Causeur en la recta final puso la puntilla a una derrota de la que, sin apenas tiempo, los taronja deben extraer muchas conclusiones de cara al segundo choque de la serie.

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