La derrota del Valencia Basket ante el Virtus de Bolonia en las semifinales de la EuroCup le dejó sin la posibilidad de luchar por el título y también de pelear por la plaza para la próxima Euroliga que se lleva el campeón y ahora, según pudo saber Efe por diversas fuentes, está pendiente de la reorganización que va a vivir la máxima competición europea.

La guerra en Ucrania, que dejó fuera del torneo a los tres equipos rusos, podría seguir condicionando el procedimiento para obtener una invitación, y provocar una hipotética reorganización general de las competiciones, si hay un acuerdo entre los organizadores de la Euroliga y la Federación Internacional (FIBA).

En la Euroliga y la EuroCup, los últimos cambios introducidos en el sistema de acceso consolidaron las licencias y cerraron el camino de entrada desde las competiciones nacionales. De este modo, el Valencia no tendría una plaza por méritos deportivos para la próxima edición de la Euroliga ni aunque volviera a conquistar la Liga Endesa.

Por otro lado, las sanciones a los equipos rusos hicieron que se dejara sin competir a mitad de la temporada al CSKA de Moscú, con plaza fija por ser uno de los impulsores de la competición, al Unics Kazan, que accedió desde la EuroCup, y al Zenit San Petersburgo, que jugaba mediante una invitación.

En la Euroliga, ahora mismo hay 14 plazas definidas para la próxima edición. Por un lado están diez de los once propietarios (todos salvo el CSKA), luego están el Bayern Múnich, el ALBA Berlín y el ASVEL, que tienen diferentes acuerdos con la organización y finalmente está el AS Mónaco, que accedió ganando la pasada EuroCup, pero que se ha ganado deportivamente el derecho a seguir al quedar entre los ocho primeros.

Si se mantiene el formato de 18 equipos, que es la opción principal si no hay reunificación con la FIBA, quedarán cuatro plazas libres, aunque dos están asignadas. Una será para el ganador de la EuroCup, es decir el Virtus Bolonia o el Frutti Extra Bursaspor turco, y la otra para el ganador de la Liga Adriática. Las otras dos serían, en principio, 'invitaciones' directas.

Con este panorama, y tras haber transmitido en varias ocasiones los responsables de la Euroliga que el Valencia, el Virtus y el Partizan de Belgrado son, de los clubes que no disputaban el torneo en esta edición, los que más maduros estaban para hacerlo, en la Fonteta esperan que el club de Bolonia se proclame campeón de la EuroCup, y así acceda por esa vía y que la Liga Adriática la gane bien el Partizan o bien el Estrella Roja, que es el equipo que ha jugado las últimas ediciones de la Euroliga.

De esta manera, quedarían dos plazas libres a las que optarían el Valencia y el otro equipo serbio y puede que otros candidatos de mercados que interesen por la televisión.

En la entidad valenciana son conscientes de lo volátil del panorama. La FIBA y la NBA están desde hace meses en negociaciones para firmar acuerdos de colaboración que podrían impulsar las competiciones que organice la federación europea, la Euroliga lleva también tiempo en busca de un nuevo rumbo y la guerra, y las sanciones a Rusia, agitan aún más el tablero del baloncesto, con el Valencia pendiente de todos esos movimientos.