Klemen Prepelic lleva sin jugar un partido de baloncesto desde el 27 de marzo. Ese día, en partido de la Liga Endesa con el Valencia Basket ante el Murcia se producía una doble fractura del cúbito y radio de su brazo izquierdo que le obligaba a pasar por quirófano tan sólo 24 horas después. Ahora, el esloveno cuenta ya los días para volver a saltar a la cancha. Podría ser la próxima semana ya que la selección de Eslovenia, con la que está concentrado el escolta taronja, disputará sendos amistosos de prparación del Europeo los días 4 y 6 de agosto ante países Bajos y Montenegro respectivamente. Ya recuperado de su largo calvario, Prepelic comparecía ayer ante los medios en la concentración eslovena en Kranska Gora, donde habló sobre su vuelta a las canchas y su renovación por el Valencia Basket. «Mi brazo y mi mano están listos para el esfuerzo más difícil. Los médicos del club me dieron luz verde para entrenar el mes pasado y los médicos de la selección eslovena estos días han reafirmado ese diagnóstico», destaca Prepelic que tras trabajar unos días en solitario, ya se ha incorporado al trabajo de equipo: «el miércoles hice mi primer entrenamiento de contacto y mi mano aguantó bien».

El escolta esloveno se mostró también muy ilusionado con su renovación con el Valencia Basket, un club que ya considera su casa y donde Prepelic espera continuar mucho tiempo: «Quiero echar raíces en València. hasta ahora, había cambiado de club cada año y ahora que tengo una familia, una esposa y un hijo de cuatro años, quiero establecerme». Prepelic ha encontrado en la Capital del Turia la ciudad perfecta para vivir «es el lugar perfecto para mí y mi familia» y en el Valencia Basket un club en el que hacer realidad todas sus metas deportivas. Así lo afirmaba en su comparecencia ante la prensa eslovena: «El club tiene la infraestructura y la ambición necesarias para llegar muy lejos». El esloveno espera mejorar los resultados de la pasada temporada donde las lesiones fueron un hándicap importante: «Hemos tenido muy mala suerte con las lesiones, eso nos ha impedido competir con todo nuestro potencial tanto en la Liga como en Europa». El jugador taronja afronta ahora con mucha motivación el reto de jugar la Euroliga: «El club está enfocado en lograr los objetivos más altos. Es un hecho que me convenció para renovar mi contrato».

Prepelic, en un entrenamiento con su selección Fed. Eslovena

Klemen Prepelic está viviendo de forma intensa la concentración con Eslovenia, con la que prepara el próximo Europeo y los partidos de clasificación para el Mundial 2023 en los que se medirá a Estonia y Alemania: «Estoy deseando que llegue cada sesión de entrenamiento, y mucho más los partidos. Estoy deseando jugar. Para mí, jugar para el equipo nacional siempre ha sido la experiencia más hermosa. Todavía recuerdo las palabras que Igor Kokoškov nos dijo antes del Campeonato de 2017: el equipo nacional es el mejor equipo en el que jugarás».

El jugador esloveno ve ya la luz al final de un largo túnel que se ha prolongado durante cuatro meses: «La peor parte de tu rehabilitación es el hecho de que tienes que entrenar solo. El baloncesto es un deporte de equipo, y estás acostumbrado a tener gente a tu alrededor todo el tiempo. Esta vez me tocó entrenar solo en los gimnasios», afirma Klemen, que también ve el lado positivo: «Lo único bueno es que tuve mucho tiempo para descansar, estar en casa con mi familia y también concentrarme mentalmente en prepararme para el Eurobasket». Mientras espera el inicio de la nueva temporada con el Valencia Basket, Prepelic está ahora centrado en lllegar lo más lejos posible con su selección y reeditar el éxito del Eurobasket 2017 en el que Eslovenia se alzaba con el oro tras superar en la final a Serbia en un Campeonato en el que España, bronce, completó el podio: «Tenemos un equipo que podría repetir el éxito del 2017. Estoy seguro de que con buenos resultados crearemos euforia entre los aficionados, tanto como en 2017, dado que Berlín está mucho más cerca que Estambul. En estos tiempos difíciles, los eslovenos merecen un nuevo cuento de hadas deportivo», concluye.