EUROLIGA

La Euroliga taronja, pendiente de una consulta del Gran Canaria

El club isleño propone a sus socios un considerable aumento del precio de los abonos por jugar la Euroliga o renunciar a una plaza que iría al Valencia Basket

Último partido del Valencia Basket ante el Gran Canaria a domicilio

Último partido del Valencia Basket ante el Gran Canaria a domicilio / Andrés Cruz / La Provincia

Jorge Valero

Jorge Valero

El Valencia Basket está en pleno proceso de reflexión antes de la reestructuración profunda que va a afrontar, pero al margen de las primeras decisiones de calado que tomará el club (la primera es la marcha de Chechu Mulero como director deportivo), hay otra que condiciona un año más la planificación deportiva y es la presencia o no en la próxima Euroliga. Una opción descartada a priori desde que el Gran Canaria ganó la Eurocup pero que sigue siendo posible ante las dudas que sigue habiendo en las islas sobre la conveniencia de renunciar a la plaza por cuestiones económicas.

Superado ya el primer escollo que suponían las elecciones del 28 de mayo a la hora de tomar decisiones desde el Cabildo, la situación no se ha desencallado de momento y ante las urgencias por tomar la decisión antes de la fecha tope del 15 de junio, el propio Gran Canaria ha decidido consultar a los propios abonados del club si aceptarían una notable subida del precio de los abonos para poder afrontar una temporada en la máxima competición europea.

Un tanteo que puede definir el camino a seguir por el Gran Canaria, ya que en caso de encontrar una respuesta mayoritariamente negativa, la renuncia a la plaza de Euroliga sería un hecho y al Valencia Basket se le abrirían las puertas de par en par, aunque también habría opciones para los taronja en caso de una respuesta positiva.

Y es que aunque un aumento en el precio de los abonos podría generarles un extra de ingresos de unos 700.000 euros, no serían suficientes para lograr el presupuesto necesario para competir en la Euroliga, ya que siguen teniendo un gran problema con el coste de los desplazamientos, que estiman superior a los 1,5 millones de euros para la Euroliga, ante la necesidad de volar en chárter para afrontar un exigente calendario, en el que podrían jugar tres partidos en muchas de las semanas.

Problemas añadidos

Las negociaciones con la compañía aérea Binter no han fructificado y aunque ahora están en conversaciones con otras compañías, el coste es muy superior al que desean afrontar. Y eso que recientemente han recibido una notable inyección de dinero con el patrocinio de Dreamland Studios Canarias para las próximas seis temporadas a razón de unos 500.000 euros por cada una.

La necesidad de mejorar la plantilla para competir en la Euroliga requeriría también una mayor aportación institucional, aunque todo ello se podría quedar en nada si desde el club perciben que no hay un apoyo mayoritario de la afición para seguir luchando por jugar en la Euroliga pese a los problemas económicos que supone y que ya les pasaron factura en la última participación.