«Esta finca se ha llamado toda la vida ´El Mas del Curro´. Pregúntale a quien quieras que pase por aquí y te lo dirá», nos dice muy seguro de sí mismo un vecino de Rafelbunyol que prefiere quedar en el anonimato y al que paramos en medio de un camino rural rodeado de naranjos muy típico de las comarcas valenciana de l´Horta Nord y el Camp de Túria donde nos encontramos. Nuestro repentino amigo sigue su relato: «Antes de la crisis, aquí iban a hacer una urbanización o algo así, pero yo paso todos los días por aquí porque tengo un campo un poco más arriba y hace años que se nota que está parado. De vez en cuando se ve algún camión y han hecho algunas aceras€ pero poco más». Termina asegurando que la finca está en término municipal de Nàquera €municipio perteneciente a la comarca de Camp de Túria€ «pero aquellas montañitas que ves allí son ´Els Germanells´ de Rafelbunyol y más abajo, aquellas naves, son de la empresa naranjera Fontestad, que está en término municipal de Museros€ Y mira, de esta parte del camino hacia atrás, es Rafelbunyol, y desde donde llegas a La Pobla de Farnals y a El Puig». Pues bien, justo en esta encrucijada de caminos y términos municipales en el ´Mas del Curro´, el Valencia y Bankia han planeado construir la futura Ciudad Deportiva blanquinegra. Es su plan.

Superdeporte muestra por tanto uno de los grandes secretos del acuerdo que el pasado lunes desveló públicamente el club valencianista y por el cual se reanudarán las obras del nuevo Mestalla gracias al crédito que esta entidad bancaria concede al Valencia. Simplificando la situación; Bankia se queda con los terrenos de Porxinos y los de la actual Ciudad Deportiva en Paterna y entrega al club ´El Mas del Curro´ para que construya allí sus nuevas instalaciones de entrenamiento.

Mejor o peor zona

Pero€ ¿por qué? Muy fácil, porque potencialmente, Porxinos y la actual Ciudad Deportiva de Paterna son terrenos mucho mejores que el mencionado ´Mas del Curro´. Es decir, en un tiempo futuro y con una situación económica favorable, Bankia podrá sacar una plusvalía económica. Al Valencia en cambio, lo mismo le da, que le da lo mismo; únicamente traslada su Ciudad Deportiva unos kilómetros más allá, en el by-pass, dirección Barcelona. Concretamente, en la salida de Nàquera, Massamagrell y Moncada. La actual, está en la salida de la pista de Ademuz.

Eso sí, esta operación forma parte del acuerdo global que tienen Valencia y Bankia, pero concretamente esta permuta de terrenos todavía no se ha hecho efectiva. Dicho de otra manera, es la parcela elegida, el Valencia ha dado el visto bueno, pero no está hecho todavía. ¿Por qué? Porque el Valencia tiene un acuerdo cerrado con el Ayuntamiento de Ribarroja para hacer una nueva Ciudad Deportiva en la Vall de Porxinos.

Hay que pagar

Aquella fue una operación que cerró Vicente Soriano bajo la presidencia de Juan Soler el 25 de abril de 2005 pero que no ha fructificado porque Nozar €la empresa que buscó Soriano y que en su momento adelantó dinero al Valencia y que tenía que urbanizar la parcela€ quebró. Llegó la crisis y el Valencia renunció a urbanizar Porxinos ante la falta de liquidez, pero aun así, el contrato con el Ayuntamiento de Ribarroja sigue en vigor tras la reparcelación forzosa realizada a finales del año pasado que prolongó en el tiempo el acuerdo inicial. En este sentido, el pasado 3 de noviembre, el DOC €Diario Oficial de la Comunitat Valenciana€ publicaba la aprobación definitiva de esta última modificación. Así pues, en el mismo documento recordaba que un eventual incumplimiento por parte del Valencia conllevaría a «previa tramitación de expediente de incumplimiento de forma automática la incautación de la garantía hipotecaria». En otras palabras, para no urbanizar la Vall de Porxinos, hay que pagar, otra cosa es si Bankia se hace cargo de esa ´multa´ o si es el Valencia quien asume pagar el dinero por romper el contrato de manera legal. Es la causa por la que el Valencia y Bankia desmentirán en todo momento y de manera oficial la operación ´Mas del Curro´.

Pero volvamos al vecino de Rafelbunyol, porque nos va a desvelar una clave en este entramado. «Al otro lado de la finca está la entrada principal €donde en porcelana típicamente valenciana puede leerse ´Huerto de San Francisco´€, pues bien, en dirección hacia Nàquera por la carretera que llega desde Museros y Massamagrell, unos metros más allá, encontraréis un cartel muy grande que dice que este terreno es propiedad de Bancaja€».Y no miente; tras una valla metálica vieja y en medio de un campo de naranjas abandonado puede leerse: ´Inmueble propiedad de Bancaja hábitat´.

Después de responder amablemente cada una de nuestras preguntas, se decide a preguntar. En cuanto le decimos que somos periodistas y que trabajamos en Superdeporte se extraña€ «¿Y por qué os interesa saber todo esto si vosotros sois el periódico del Valencia?», pregunta finalmente. «Porque el Valencia quiere construir aquí, en ´El Mas del Curro´, su nueva Ciudad Deportiva». Se queda quieto y nos mira fijamente, pero sus ojos son como un libro abierto que recuerda toda una vida pasando cada día por aquel camino que no lleva a ningún sitio y ahora unos periodistas le dicen que el Valencia va a entrenar allí€ «¡Pues que vengan un poco más arriba que tengo yo allí mi terreno!», dice loco de alegría a pesar de que sabe que eso no pasará, le basta con saber, que allí, junto a su pueblo, junto a Rafelbunyol, la Pobla de Farnals, El Puig, Museros, Massamagrell, Bétera y Nàquera, estará la nueva fábrica de futbolistas del Valencia€ En cuanto sube a su coche baja la ventanilla y nos mira, le pedimos un último favor, que no diga nada, «porque esto es secreto». Nos guiña un ojo y se va feliz mientras su coche se pierde hacia la montaña en su ruta diaria por un camino rústico en el que las furgonetas agrícolas se imponen a los turismos y en el que sólo un poco más arriba se encuentra el ´Tentadero La Paz´, donde los jugadores del Valencia suelen celebrar cada temporada el final de la Liga sin saber que en unos años, lo tendrán tan cerca, que casi podrán celebrar cada victoria€ (Esta historia real la desmentirán hoy los protagonistas, pero es cuestión de tiempo. Y de dinero, claro)