Todo tiene su porqué. Pasado el minuto 20 de la segunda parte Rodrigo De Paul enfiló la portería del Rayo y lanzó un derechazo que escupió el palo que aguanta la red de la portería. El efecto óptico levantó al público del asiento. No fue gol, pero la acción confirmó que el Valencia estaba muy vivo en el partido.

Después de una primera parte donde el equipo de Nuno estuvo desahuciado y encajó un nuevo gol en un saque de esquina (tercero en tres partidos), la energía del argentino explotó en el partido ofreciendo luz. Para entonces, el Valencia ya había producido un cambio de sensaciones general. Cinco minutos después, De Paul perseveró en esa misma línea; se quitó un par de rivales de encima pegado en la banda derecha, avanzó y puso un centro franco en zona de remate que no encontró compañero. Fue el segundo aviso. No hubo un tercero. El paso al frente de los valencianistas tuvo efecto. Urgía un gol, no importaba la manera. En esas, Cobeño falló en su intento de atajar un balón largo y apareció Alcácer. El cazador no perdonó. De forma emborronada llegó el empate; tampoco era momento de discutir la brillantez del gol y sí de aprovechar la oportunidad. Con 20 minutos todavía por jugarse, De Paul quiso confirmarse como el ´Jugador del Partido´. Tras un robo de Filipe Augusto, el atacante de Sarandí atacó el pasillo que se abrió en la derecha y con Cobeño reculando crujió el balón con un disparo bien tocado y cruzado. El latigazo fue una liberación. Tanto, que la figura valencianista terminó abrazada a Nuno. Fue un paso al frente en un momento de duda. El Valencia toma ventaja y con el 1-2 no puede dejar escapar la eliminatoria en Mestalla, pero volverá a casa con otra seria advertencia.

El Rayo se preguntará dónde estuvo el error. La respuesta es De Paul. Alborotador y revolucionario, el argentino se encargó de darle la vuelta a un partido donde los peores defectos del equipo tomaron forma. Después de tres resultados turbios en Liga y pese a la imagen positiva ante el Barça, existían y existen dudas. En un contexto así, las certezas y las victorias son la única medicina con eficacia probada. Varios miembros de la plantilla lo habían advertido en los momentos de euforia. La auténtica medida de este vestuario se verá cuando lleguen las derrotas. Justo el escenario que se afrontaba en Vallecas. Por eso la imagen y el resultado trascienden más allá de lo tangible. El Valencia supo reivindicarse en la adversidad y por primera vez esta temporada se levantó, empató y remontó. Mal partido, buen resultado. Esa es la mejor lectura.

El partido fue terrible en la primera parte. El Rayo o mejor dicho, los suplentes del Rayo (sin Baptistao, Kakuta o Trashorras, por ejemplo) le pintaron la cara al Valencia. La buena puesta en escena del equipo de Paco Jémez vulgarizó al máximo las intenciones de Nuno. Los locales mordieron muy arriba y los errores se sucedieron sin que nadie fuera capaz de trazar una solución. Sin Parejo, nadie fue capaz de guardar le pelota. Así, todas y cada una de las apuestas del cambio se perdieron en las embestidas rayistas en una caraja memorable. El barullo culminó con el gol de Álex Moreno. En un saque de esquina (minuto 37), Alcácer no llegó al despeje en el primer palo y la situación pilló en renunció a Orban, que hizo un mal control en el área pequeña y asistió al centrocampista local. Cuando algo va mal, siempre puede salir peor. Pura Ley de Murphy.

Algo pasó en el vestuario. La segunda parte no fue un recital, si bien las sensaciones fueron mejorando. No era difícil. Pese a todo, nada más arrancar, Yoel tuvo que intervenir con una doble parada de mérito ante Nacho y Álex Moreno. Ahí terminó el Rayo. Aparecieron mejores soluciones. Un poquito de Alcácer, otro de Carles Gil? La entrada de André Gomes y Negredo terminó por poner nervioso al Rayo. La amenaza le descompuso y apareció De Paul.

Ficha técnica:

1 - Rayo Vallecano: Cobeño; Tito, Zé Castro (Amaya, m.46), Morcillo, Nacho; Raúl Baena, Jozabed; Licá (Embarba, m.67), Pozuelo (Jonathan Pereira, m.76),Álex Moreno; y Manucho.

2 - Valencia: Yoel, Cancelo, Otamendi, Mustafi, Orban; Filipe Augusto, Javi Fuego, De Paul (Roberto, m.87); Carles Gil (Andrés Gomes, m.77), Alcácer (Negredo, m.81) y Piatti.

Goles: 1-0: M.37 Álex Moreno; 1-1: M.70 Alcacer; 1-2: M.85 De Paul.

Árbitro: Melero López (C.andaluz). Amonestó a Pozuelo (m.24) y Licá (61), del Rayo; y a Filipe Augusto (38), Yoel (83) y De Paul (86), del Valencia.

Incidencias: Encuentro correspondiente a la ida de los dieciseisavos de final de la Copa del Rey, disputado en el estadio de Vallecas (Madrid), ante 8.551 espectadores.