Cuando un equipo de fútbol no funciona tiene dos soluciones. Una prescindir del entrenador y otra fichar jugadores. El Valencia no funciona y no tiene intención de prescindir de su entrenador a no ser que los resultados sean catastróficos, pero sí se está planteando la posibilidad de reforzar la plantilla en el próximo mercado invernal.

De entrada, lo primero que hay que decir es que el club puede fichar, es decir, hay dinero para fichar. Por lo tanto, si hay dinero y hay necesidades deportivas, lo normal es que haya fichaje, es una ley casi matemática. En cualquier caso, según ha podido saber SUPER, el debate en el seno del club valencianista está abierto porque hay posibilidades económicas y no pocas. Lo anunció sin ir más lejos la presidenta del Valencia, Layhoon Chan cuando compareció en público el pasado miércoles 30 de septiembre.

En lo que a posiciones a reforzar se refiere el Valencia ya estuvo peleando hasta los días finales del cierre de mercado del pasado verano para fichar al futbolista del Real Madrid, Denis Cheryshev. Un jugador de banda izquierda con mucho desborda dada se velocidad y con capacidad para centrar desde la línea de fondo. Justo lo que en más de una ocasión ha reclamado el entrenador Nuno Espirito Santo. El Valencia llegó a plantearse la posibilidad de fichar a Cheryshev por veinte millones de euros pero finalmente la operación no cuajó y Rafa Benítez, técnico del conjunto del Santiago Bernabéu, le dijo al futbolista que contaba con él. La realidad es que Cheryshev solo ha disputado 19 minutos oficiales y que o mucho cambia su situación o saldrá del conjunto blanco en invierno.

Otro jugador que está en la agenda es el argentino del Lazio Lucas Biglia.

Es un futbolista que actúa de medio centro y que el verano pasado era la gran alternativa para el centro del campo junto a Imbula, ahora en el Oporto. Biglia es un jugador que se puede calificar 'de rendimiento inmediato' más allá de que su posible fichaje cuajara o no en lo deportivo, es decir, es un jugador ya hecho, no una apuesta como era Imbula o como lo ha sido todavía más el brasileño Danilo Barbosa. Biglia es una realidad porque tiene ya 29 años -cumple 30 en enero de 2016-, esta es su tercera temporada en el fútbol italiano a donde llegó del Anderlecht belga, club en el que estuvo siete temporadas. En otras palabras, está muy adaptado al fútbol europeo. Además, es internacional con la selección argentina, con la que formó doble pivote con Mascherano en la Copa América del pasado verano en el combinado albiceleste perdió la final en los penaltis ante Chile.