Cerca de cumplir su primer centenario, el Valencia CF despide este sábado a una de sus leyendas. Jamás apareció en una alineación ni se puso las botas para jugar un partido, pero representa mucho más que cualquier futbolista que ha vestido la camiseta que nadie como él ha cuidado durante más de medio siglo.

Se llama Bernardo España Edo y le llamamos Espanyeta. Con 55 años de lealtad al escudo, este sábado será la gran estrella del equipo en el día de su jubilación definitiva, cuando saltará al césped de Mestalla para recibir el calor de los aficionados en el acto de presentación de la plantilla 2016/17, una imagen que se ha repetido año tras año y que en esta ocasión será todavía más especial.

Bernardo nació valencianista y su afición creció desde niño al calor de la Delantera Eléctrica y del gran Puchades, en los años cuarenta y cincuenta del pasado siglo. Jugaba a fútbol y, cómo no, su ilusión era formar parte algún día del Valencia CF. Ni siquiera un grave accidente de motocicleta le apartó de su sueño, no ya como futbolista pero sí como utillero, un trabajo que consiguió a base de insistencia y que le convirtió con el paso de los años en mucho más que un empleado, en un asistente y amigo de todos los jugadores que han pasado por el vestuario del Valencia durante cinco décadas. El Valencia no tardó en echar el ojo al chico que se escapaba del colegio para ver los entrenamientos, se colocaba detrás de las porterías y recogía los balones que salían fuera del campo. Con el tiempo acabó incorporándose a trabajar como utillero para el filial y unos años después debutaría ya con el primer equipo, del que acabaría siendo responsable de material durante décadas.

Siempre con los jugadores

Nunca tuvo horas cuando habían que tener todo el material a punto para sus chicos, después de cada entrenamiento, de cada partido y de cada viaje fue el último en marcharse de Mestalla o de la ciudad deportiva. Más que un empleado, Españeta es historia viva del Valencia CF. Por sus manos han pasado las botas de cientos y cientos de jugadores y hoy todavía sería capaz de recordar el número que calzaba cada una de las grandes estrellas que han pasado por el equipo, desde Waldo hasta Pepe Claramunt, Mario Kempes, Bonhof, Mendieta, el Piojo López o David Villa. Todos, allá donde estén, le adoran.

Es, por su carácter, el utillero más mediático que ha conocido el fútbol español, un símbolo del Valencia CF que siempre ha gozado del cariño de los aficionados. Entre sus muchas habilidades, no ha habido jugador en el club capaz de superarlo dando toques a un balón sin que caiga al suelo. Imitar los autógrafos de los jugadores es una de sus especialidades, se dice que ha firmado más balones y camisetas que ningún futbolista del planeta y participado incluso en campañas publicitarias. En una ocasión hasta fue ´secuestrado´ para promocionar la campaña de abonados del Valencia CF.

Su última presentación

Tiene desde hace dos años la insignia de oro y brillantes del club en el que, desde su llegada, ha conquistado nada menos que 15 títulos. Los dos primeros, las Copas de Ferias del 62 y el 63 ´jugando´ todavía con el Mestalla. A sus 78 años, esta será su última presentación oficial con el Valencia CF, que ha tenido el detalle de retrasar durante más de una década su retiro para compensar aquellos primeros años en los que no tenía cotización a la Seguridad Social, lo que le suponía un serio perjuicio económico de cara a su pensión de jubilación.