Santi Mina, Rodrigo Moreno, Munir, Nani y Rafa Mir. La delantera del Valencia está nutrida en número (también hay calidad), pero ha perdido variedad de recursos y alternativas. La plantilla no tiene un nueve clásico como Álvaro Negredo y tampoco disfruta de un cazador de goles con el instinto de Paco Alcácer. Sin embargo, del mismo modo que se atribuyen carencias estructurales al sistema defensivo, idéntica teoría podría excusar la falta de gol. El ataque también necesita auxilio, más allá de los perfiles. Prandelli está manos a la obra y el reparto ofrece margen de mejora todavía. Existen carencias y el cambio de perfiles que ha sufrido el equipo es obvio; cuestiones que no son ajenas a la dirección deportiva. No lo son ahora y tampoco lo eran en agosto, cuando el grupo de trabajo que comanda García Pitarch se interesó por la situación y preguntó por las condiciones de Loïc Remy, Christian Benteke y John Guidetti. Tres atacantes, con características diferentes, que hubieran complementado de maravilla el elenco actual.

Prandelli siempre ha explotado la figura del nueve de referencia con un perfil clásico: Gilardino, Pazzini, Osvaldo, Immobile, Balotelli, Luca Toni, Destro, Adriano, Burak Yilmaz o Vieri son algunos ejemplos. Esa posibilidad no la tiene ahora en el Valencia. Si bien, también ha sabido explotar la capacidad de atacantes móviles, alternativas más amoldables al rol de segundo punta como Valeri Bojinov, Adrian Mutu, Cassano, Umut Bulut, Goran Pandev, Jovetic o Giuseppe Rossi, aunque casi siempre como complemento del primer modelo, en un ataque con dos puntas de carácter compatible. Prandelli debe trabajar con Rodrigo, Mina, Munir o Nani y pueden encajar perfecto, otra cuestión es que para momentos determinados faltaría una alternativa que sí hubiera aportado Benteke (fuerza de la naturaleza, gran cabeceador y animal de área) o Guidetti, capaz de pegarse a los centrales y jugar de espaldas, pero también de atacar los espacios y manejarse más cerca de los laterales. Lo mismo que Remy.

El perfil de Pako y Ulloa

Los caminos del mercado son inescrutables. Durante la primera semana de agosto, coincidiendo con la gira del equipo por Inglaterra, García Pitarch estuvo trabajando en Londres con dos frentes abiertos: Remy y Benteke. Entonces, el contexto puso a Abdennour en el eje de la información. La realidad es que la prioridad de los responsables deportivos era fichar un nueve para cubrir la marcha de Álvaro Negredo al Middlesbrough. La vía Benteke era caza mayor; transferible para Jürgen Klopp en el Liverpool, el belga no era una ´operación´ sencilla por ficha y fichaje. De hecho, poco después terminó en el Crystal Palace a razón de 32 millones de euros. En manos de Pardew está ofreciendo un alto nivel. Un verano antes, el Aston Villa ingresó 46,5 millones por él.

Remy es otro delantero distinto. Curiosamente, una grave lesión truncó su llegada al Crystal Palace, después de ser presentado. Esta posibilidad sí era mucho más realista.

El atacante del Chelsea garantizaba calidad, físico y experiencia al más alto nivel. No hubiera descrito las características de un ´tanque´ como Benteke, pero hubiera completado mejor la plantilla. Si bien, en ese momento, Pako Ayestaran prefirió defender la alternativa de Mina, Rodrigo, Nani y Alcácer. Paco cuenta porque entonces no había irrumpido el Barça y en los planes de Pako el gol pasaba por Torrent. El contexto es clave. En este caso, marca el guión de forma determinante. Con Benteke (casi) imposible y Remy como alternativa, Pako prefirió no cambiar. Guidetti también se cayó de la ecuación. Suso llegó a pedir preció al Celta por el sueco, que estuvo en el mercado. Su cláusula: 25 millones, negociables. Su nombre, se mantiene vivo en la agenda.

La marcha de Alcácer al Barça cambio por completo los planes de todos. El margen de maniobra se fue estrechando y el Valencia apostó por Munir, delantero de consenso. Ayestaran también propuso a Leo Ulloa (nueve clásico, con experiencia y trayecto en LaLiga) el último día de mercado. El Leicester „con Musa, Slimani, Vardy y Okazaki„ no lo hubiera puesto imposible, pero el equipo de Suso lo descartó.