"Hoy oficialmente se me ha comunicado que no soy más el Embajador del Valencia CF. Pero mis sentimientos para este club nunca cambiarán y seguiré dando mis opiniones sobre lo que desde mi punto de vista no sea correcto. Amunt". Con esas palabras anunciaba Mario Alberto Kempes el final de su función como embajador del club. El mito argentino hacía público su despido después de varios años desempeñando esas funciones y lo hacía en las redes sociales, horas después de que el Valencia perdiese por cero goles a cuatro ante el Eibar en Mestalla, un batacazo que le llevó a publicar un mensaje crítico sobre la gestión actual del club en su perfil de Twitter, ESPNMarioKempes.

La noticia ha sido recibida con sorpresa por la afición, que asiste con incredulidad e indignación al despido de uno de los futbolistas más importantes del club en su historia. El Valencia, pese a que no ha realizado ningún comunicado oficial todavía a ese respecto, sí ha transmitido su versión de los hechos a través de los conductos oficiales a algunos medios de comunicación. En la argumentación que ofrece el club de Mestalla se explica que a Kempes se le acabó el contrato hace unos meses y que la principal razón para no renovárselo es que vive en Connecticut (Estados Unidos) y desde allí no oficia como embajador tal como gustaría en el club, si bien en caso de que viniese a vivir Valencia se le volvería a contratar.

Añade además esta versión que este asunto no tendría absolutamente nada que ver con su duro análisis de la realidad sino que el club habría querido comunicárselo en persona, aprovechando la presencia de Damià Vidagany en Estados Unidos. El director de marketing de la entidad ha sido por lo tanto la persona que ha transmitido a Kempes que no sigue y este lo ha hecho público a continuación. Recientemente, el argentino llegó a decir públicamente que no quiere ser un "peluche" para el Valencia.