Gonçalo Guedes irrumpió en la goleada ante el Málaga y en Anoeta dio otro paso más al frente: explotó, directamente. El portugués estuvo espectacular. Dejó tres o cuatro arrancadas tremendas; dos terminaron en asistencia de gol... dos golazos, el primero de Rodrigo y el tercero de Simone Zaza. Fue determinante y tiene pintaza. Marcelino destacó su partido y advirtió que puede dar mucho más. "Sabíamos que era un jugador de un gran potencial", aseguró el míster en sala de prensa. La Real Sociedad fue víctima de una de las actuaciones individuales más potentes en lo que va de campeonato.

Guedes es un cuchillo. En Anoeta encontró el contexto perfecto para desarrollar su mejor versión. Con espacios es demoledor porque tiene potencia, cambio de ritmo y una punta de velocidad alta. Le falta precisión en la definición, pero es capaz de mezclar claridad y clasepara asistir en los últimos metros. Ya lleva tres asistencias, en dos partidos como titular y 238 minutos. Sólo Carlos Soler (cuatro) le supera en el marco del Valencia y de LaLiga. Guedes ya es el futbolista del equipo que más éxito tiene en el uno contra uno -regates- y sube como la espuma en disparos realizados y ocasiones generadas. Quienes conocían su capacidad ya lo advertían: Guedes un futbolista ideal para el fútbol de Marcelino por su trabajo en la primera presión sobre el adversario y su despliegue brutal en las transiciones. "Fuimos pacientes en la incorporación de futbolistas, intentamos agotar todas las opciones para que viniera (Guedes). La gestión de los dirigentes y el empujoncito que nos pudo dar Unai nos ayudó. Estamos muy satisfechos por cómo está jugando. Cada jugador individualmente va creciendo y crecerá siempre que haya una dinámica como la que hay", reforzó Marcelino. En el París-SG no tuvo protagonismo y tenía difícil tener continuidad con Neymar, Mbappé, Cavani, Lucas Moura, Draxler o Pastore, pero potencialmente proyecta unas condiciones para competir a ese nivel.

‘Golpe de tobillo’ tremendo

El partido corrió según lo previsto. La Real llevó el mando con balón y el Valencia trabajó para morder a la contra. Con cuatro disparos a puerta conquistó tres goles. Las bajas de Diego Llorente, Iñigo y Raúl Navas obligaron a Eusebio a reciclar a Zubeldia (joven mediocentro que vio dos amarillas) y a apoyarse en Aritz Elustondo, otro jovencito con buena pinta (hizo un golazo de córner)... cuarto central de la plantilla. En el primer gol, Guedes atacó un balón suelto -tras una jugada embarullada por Zaza y Rodrigo- con la Real abierta para ir directo hacia la portería de Rulli, al que liquidó con un regate a lo Ronaldo Luiz Nazario. Rodrigo firmó un desmarque ideal y acertó. En el tercero, a cinco minutos para el final y después de 85 minutos de desgaste (con uno menos por la expulsión de Kondo en el 79’), rompió a la espalda de una zaga compuesta por Aritz e Illarra, Gabriel vio el desmarque y su estampida fue culminada por Zaza. Mano a mano con Rulli, Guedes pegó un golpe de tobillo tremendo; fue un giró 90 grados para cambiar de dirección el balón para la llegada del italiano. Zarpazo.