Es un día para soñar despiertos, competir al máximo y no pegar ojo después por la suma de emociones. El Villamarín, escenario de la final, acogerá el primer asalto de una eliminatoria tremenda, gigantesca en fondo y forma por ilusión, por patrones, por futbolistas y por ambiente. Entre las más de 60.000 almas que colmarán el estadio verdiblanco habrá casi 700 valencianistas. El Valencia CF entra impulsado al cruce por la potencia del sueño compartido. Los futbolistas quieren la Copa, la afición desea la Copa y MarcelinoEl motivo es perfecto, más todavía en el año del Centenario. La conjura equipo-Mestalla se aprecia y se va a notar en SevillaEl equipo se ha propuesto colmar el vacío emocional de su gente, necesitada del chute animal de poderío que produce sentir y jugar una final. La clasificación, el viaje, la fiesta, el vínculo. Superar la semifinal también es asunto propio. El vestuario tiene hambre por trascender en la historia. La condición fijada es dar lo mejor de sí mismos, hasta que el fútbol resista. Los jugadores son conscientes de que pueden multiplicar por mil su dimensión y establecer lazos que pueden marcarles para siempre. Todo eso se pone en juego a partir de esta noche.

La remontada ante el Getafe fue una demostración de empeño, de orgullo y de madurez. Después de tanto sufrimiento la victoria fue una liberación. El fuego se sintió en la mirada de todos los presentes en Mestalla. La explosión de adrenalina no es garantía de nada. La angustia acumulada y los disgustos de los últimos años tampoco lo son. La narrativa depende del balón y de su camino sobre el césped, donde estará el Real Betis. Los verdiblancos paladean la situación de manera similar. También quieren la Copa y comparecen como anfitriones. Sienten que pueden ganar a cualquiera arropados por el Villamarín, hoy y en la final. El bloque de Setién. No van descalzos con Canales, Marc Bartra, Lo Celso, Joaquín, Júnior Firpo, Guardado, Lainez...Frente a frente estarán dos de los mejores equipos de LaLiga. Los únicos, junto a FC Barcelona y Real Madrid, con vida en tres competiciones a estas alturas de febrero. La rivalidad arranca con la Copa, no es difícil advertir que se reproducirá por la cuarta plaza y está por ver qué sucede en la Europa League. Valencia CF y Betis

El escenario principal depende de querer más y competir mejor. También de ganar. Marcelino dispondrá al mejor once posible, con la ausencia de Gonçalo Guedes -que todavía no está al cien por cien- y de Mouctar Diakhaby, sancionado por el alboroto final ante el Getafe. El resto viaja. Setién tiene KO a Tello, Feddal está enfermo y FeddalCarvalhoTambién echará el resto. La final de Copa es materia generacional. A veces no sabemos cuál es el techo de un futbolista o de un equipo hasta que la situación no es límite. Esta es una de esas situaciones donde no puedes guardarte nada.