Albert Celades y sus futbolistas salieron reforzados del Wanda Metropolitano. El equipo salió fortalecido de Madrid por el fútbol desplegado en la segunda parte y especialmente por la personalidad para reaccionar y la ambición por ganar que demostraron durante los segundos cuarenta y cinco minutos. El resultado y las sensaciones refuerzan la idea del equipo de que son capaces de competir contra cualquiera. El sábado volvieron a demostrarlo en un escenario exigente como también lo fue Stamford Bridge o San Mamés. De puertas para adentro se considera que el partido del miércoles contra el Lille llega en el mejor momento de la temporada. Con los niveles de confianza más altos, las nuevas ideas del entrenador más y mejor trabajadas, mayor número de efectivos salidos de la enfermería y más frescura en las piernas después de dos semanas de parón liguero sin competición de clubes. La Champions League, por si fuera poco, multiplica la motivación de todos. Y más con el fatídico precedente del año pasado. Hay una herida por cerrar.

En el vestuario del Valencia continúa doliendo y mucho el tropezón de la temporada pasada frente al Young Boys. El Valencia decepcionó con un pobre empate (1-1) con un gol de Michy Batshuayi y una segunda parte para el olvido. Aquel partido marcó al equipo para mal. Tanto que ahora ha vuelto a la cabeza de muchos a pocos días de enfrentarse al Lille. Las similitudes entre los dos partidos son muchas. Es también en la tercera jornada de la fase de grupos, también contra el teórico rival más débil del grupo, también lejos de Mestalla y, por si fuera poco, también un 23 de octubre. Aquel pinchazo fue definitivo para las aspiraciones del Valencia de Marcelino García Toral en la fase de grupos. "El vestuario está bastante triste y decepcionado", decía el asturiano al final del encuentro. El técnico y los jugadores asumieron con el paso de las semanas que aquel traspié había condenado al equipo en sus aspiraciones de clasificarse para la siguiente fase. "La Champions se perdió en Suiza". No dejaron de repetirlo unos y otros.

Marcelino ya no está al frente del equipo, pero la plantilla continúa. Igual que aquella herida. Para Celades puede que sea un partido importante más. Para esta "familia" de jugadores es mucho más. Tienen la espina clavada de Suiza, saben que fue el gran error de la temporada pasada y quieren resarcirse. Por la cabeza de todos pasa dar un paso adelante un año después y seguir peleando con todas las garantías intacta por un hueco en los octavos de final de la máxima competición europea. Superar la fase de grupos es uno de los grandes objetivos de estos jugadores. Nadie mejor que ellos sabe que no pueden fallar en Lille como sí hicieron hace justo un año en Berna. "Perdidos. El Valencia se complica la Champions", titulaba Superdeporte. De nada sirvió ganar a los suizos en Mestalla. Había que asegurarse los seis puntos y el Valencia se dejó dos por el camino a las primeras de cambio. El miércoles en Lille es el día perfecto para dar un paso al frente a los ojos de todo el fútbol europeo.

El Valencia llegó al famoso Young Boys-Valencia de la tercera jornada con un punto en su casillero. Cayó estrepitosamente contra la Juventus en Mestalla (0-2) y consiguió un valioso empate contra el Manchester United en Old Trafford (0-0). El escenario de esta temporada es más favorable. El Valencia de Celades suma 3 puntos después de ganar por la mínima (0-1) al Chelsea y ser arrollado por el Ajax de Amsterdam (0-3) en casa. El Lille, como significó el Young Boys hace un año, volverá a ser determinante en el grupo.

Voro, la única victoria en Lille

Los precedentes juegan a favor del Valencia. El equipo visita el estadio Pierre-Mauroy con tres victorias y un empate en los cuatro duelos europeos contra el Lille. Allí el Valencia tratará de conseguir su segunda victoria después de la que logró en la fase de grupos de la máxima competición continental en la temporada 2012/13. En aquella ocasión se impuso por 0-1, con un gol de penalti marcado por el brasileño Jonas Gonçalves y con Voro en el banquillo tras la destitución de Mauricio Pellegrino. El partido de Mestalla se resolvió 2-0 con un doblete de Jonas. Con anterioridad el Valencia y el Lille ya habían cruzado sus caminos en la temporada 2009/10. El equipo entonces entrenado por Unai Emery disputó dos encuentros de la fase de grupos de la Europa League ante el conjunto francés que se saldaron con empate (1-1) en Francia con gol de Juan Mata y victoria (3-1) en Mestalla con doblete de Europa LeagueFranciaJoaquín. El balance de estos cuatro partidos es de tres victorias del Valencia, un empate, siete goles a favor y solo dos tantos en contra.