«Nada grande se ha hecho sin pasión». Antonio Percassi es sinónimo de emoción en la vida, en el fútbol y en los negocios. La explosión de la Atalanta . Para entender su dimensión, un primer dato: Percassi fue el socio elegido por Amancio Ortega para liderar el desembarco de Zara y del resto de marcas del grupo Inditex en Italia. El proyecto conjunto arrancó en 2001, duró seis años y se mantiene como asociación de referencia en la trayectoria del patrón. Sus hijos ocupan puestos estratégicos dentro del holding Odissea, que comprende una galaxia de empresas, de inversiones y de intereses inmobiliarios por el mundo. Percassi es un visionario, aliado de Nike, Levi's, Guess, Ralph Lauren, Calvin Klein, Gucci o Ferrari; colega de Flavio Briatore o Luciano Benetton, con quien abrió las primeras tiendas de la firma en Bérgamo. Otra referencia imprescindible: la empresa de cosméticos Kiko Milano, creada por su hijo Stefano, facturó 596 millones de euros en 2018. Otro, su grupo comanda el desarrollo de Lego y Victoria's Secret en España. Ese es el nivel.

Percassi se hizo célebre en Mestalla y en el vestuario del Valencia por sus declaraciones en el último sorteo de la Champions. Aquel «honestamente, el Valencia es el rival ideal para nosotros...es un grandísimo regalo de Navidad», se llevó al extremo y se pasó por alto el preámbulo donde advertía de la experiencia y de la fuerza de los valencianistas. Percassi no es un marciano en el deporte, conoce los códigos, no es el típico empresario que llega al fútbol por pasatiempo. De hecho, no es sencillo dar réplica al proyecto de la Atalanta. Percassi fue futbolista, se crió en la cantera del club, defendió a la Atalanta, en Serie B y en Serie A, durante siete temporadas, hasta que en 1977 fue traspasado al Cesena, en un trueque por el punta Ezio Bortuzzo...no duró mucho porque de inmediato colgó las botas -tenía 25 años- para comenzar un camino tremendo en los negocios, que ya había iniciado con inversiones en su pueblo, Clusone, en la región de Bérgamo.

Mentalidad e identidad

En el Calcio no hay tantos precedentes, una de las pocas referencias es Boniperti, futbolista y presidente de la Juve. Camino de los 67 años, la mentalidad y la identidad bergamasca de Antonio Percassi es esencial también. Bérgamo representa a la provincia; es tierra de trabajadores, de industria, de dedicación, de sobriedad y mesura. La diferencia con otras ciudades medianas de Italia es que no se va al fútbol, se va a la Atalanta. Nada de Juve, Inter o Milan. Esa relación club-comunidad es vital y Percassi se ha encargado de potenciarla al máximo. Siempre fue club de cantera, pero la primera piedra cuando tomó la presidencia (1990/91), en su primera etapa, fue apostar por la formación y firmar a Mino Favini, el mejor talent scout del momento. Así empezó a moldear y a aprovechar el talento joven, el talento local y de todo el país. Zingonia es la llave maestra. Percassi es admirador de la cultura del Ajax y de su modo de hacer, a todos los niveles.

Percassi tuvo que dejar la presidencia de la Atalanta durante la temporada 1993/94, tras un campeonato desastroso que le llevó a Serie B. Su pasión siempre estuvo viva. En 2010 tomó el relevó de la familia Ruggeri y se convirtió en máximo accionista. En el acto de presentación no prometió la luna, habló de volver a Primera, como buen bergamasco, siempre con los pies en la tierra. Diez años después, el club atraviesa por el mejor momento de su historia, dejó de pelear por la pemanencia y por el ascenso, volvió a Europa tras 26 años de ausencia, ha batido todos los récords, está peleando en la zona EuropaLiga de Campeones, está peleando por estar entre los ocho mejores equipos de la Champions y en agosto de 2017, unos días antes de jugar el Trofeo Naranja, firmó un acuerdo con el ayuntamiento para comprar el estadio municipal por 8,6 millones de euros y comenzar su transformación, en marcha y en la que ha invertido más de catorce.

Pase lo que pase el martes, la Atalanta está haciendo historia. Percassi era un defensa de medidas contundentes, físico y rudo; como dirigente es un genio. En la ida, en San Siro, metió 45.000 espectadores -desplazados 60 kilómetros desde una ciudad de 120.000 habitantes- y el Valencia se llevó un 4-1. No tuvo nada de milagro.

El gran giro se produjo en 1976, cuando Percassi conoció a Luciano Benetton. Hace un par de semanas, la revista Forbes le hizo un reportaje en el que detallaba algunas de las inversiones inmobiliarias que tiene en cartera, por un valor total de 500 millones de euros: el Torino Outlet Village a Settimo Torinese, el Sicilia Outlet Village de Enna, el Roma Outlet Village de Soratte y el Oriocenter de Orio al Serio. Hay más, siempre en puntos capitales como Milán. Entre sus innumerables aventuras está la inversión en Alitalia (por 3,9% de las acciones), o la partnership con Flavio Briatore para desarrollar Billionaire Italian Couture. Los Percassi han engendrado casas propias como Madina, Vergelio, Bullfrog o Womo -con sello italiano inconfundible- y trabajan de la mano de cadenas relacionadas con la alimentación como la norteamericana de café Starbucks o la japonesa Wagamama.

Sartori, el pilar en la sombra

La inversión en Zingonia ha dado sus frutos. El viejo Favini se fue y llegó Maurizio Costanzi desde el Chievo para comandar una cantera que suma títulos en todas las categorías, que suma internacionales en todas las categorías y cuyos tentáculos se prolongan por todo el mundo. Barrow (Sierra Leona) se ha marchado al Bolonia por 14 millones de euros; Kulusevski, llegado desde Estocolmo, será de la Juve por cerca de 40 millones de euros y sin debutar con el primer equipo, tras ser campeón Primavera. El formato pasa por alimentar al club en el apartado económico y deportivo. La Atalanta apuesta por el talento joven italiano -como siempre- y busca un salto global. Ahí es donde emerge otra figura determinante: Giovanni Sartori, responsable del área técnica, que ya fue determinante para llevar al pequeño Chievo de Verona a Europa (con Corini, Corradi, Perrotta, Amauri, Barzagli o Legrottaglie), a la previa de la Champions, a ganar en juveniles. Su trabajo pesa tanto como el de Gasperini. Ahí están Ilicic, Papu Gómez, Gosens, Duván Zapata, Hateboer, De Roon, Freuler...

Gasperini, el hombre del salto

GasperiniTodos se han revalorizado y están dando un rendimiento único con Gian Piero GasperiniNo por casualidad los jugadores que salen traspasados no funcionan igual: Caldara, Kessié, Conti, Gagliardini o Cristante. Gasperini merece capítulo a parte, no juega de cualquier manera, la Atalanta no gana de cualquier manera. Esa forma de jugar, tan emocionante, eleva el proyecto y aumenta la adhesión.

La Atalanta vende, no corta las alas a nadie, pero juega duro porque no necesita el dinero de manera urgente, por eso mantienen una posición de fuerza en la negociación. El Valencia lo sabe. Así es la Atalanta de Percassi: Bérgamo, Zingonia, Sartori, Gasperini. Un dueño bergamasco, criado en la cantera de la Atalanta, futbolista -primero- y dirigente audaz, apasionado, ambicioso, formado. Un sueño.