El director deportivo del Valencia CF, César Sánchez, está manos a la obra preparándose para cuando finalice la temporada que en estos momentos está paralizada por la pandemia del coronavirus.

Como todos los clubes, el de Mestalla tiene ya unos planes teóricos sobre la mesa y está haciendo listas de posibles futbolistas. Planea hacer cambios en defensa y en ataque, para la zaga el gran favorito es el portugués Diogo Leite, y para la delantera Raúl de Tomás, futbolista del Espanyol.

Ante la posibilidad de que tenga que afrontar cambios en la portería, sobre todo por la salida del holandés Cillessen, cuyo rendimiento no está a la altura de lo que se esperaba de él, el director deportivo del club blanquinegro trabaja también en el mercado de porteros.

Conviene recordar que César fue portero, y de mucho nivel, no en vano le ganó el puesto a Iker Casillas en una final de la Liga de Campeones de la que se tuvo que retirar por lesión. Al Valencia CF llegó en la temporada 2009, en el mercado de invierno, y aunque llegaba procedente del Tottenham con el cartel de suplente, no solo se hizo con el puesto de titular, al poco pasó a ser uno de los líderes del equipo y de los futbolistas más valorados por los aficioandos.

¿Por qué? Muy fácil, porque el César futbolista era un líder. De hecho, hay dos momentos en Mestalla que definen el carácter de César y en los jugaba en el equipo rival. El primero fue siendo portero del Zaragoza, ese día desquició a la grada porque hizo todo lo posible para defender a su equipo y llevarse la victoria. Mestalla la tomó con él y él asumió la presión de su equipo, y lejos de empequeñecerse por aquello, al contrario, se vino arriba.

El otro momento fue más reciente, en el partido de las Leyendas que el Valencia CF organizó durante el mes de marzo de la temporada pasada para conmemorar el centenario del club. César entró en la segunda parte del encuentro pero dada su condición de futbolista internacional absoluto, jugó con el combinado de la selección española. El Valencia CF perdía y se fue a por el gol del empate pero no hubo manera de hacerle gol. Por momentos, hasta los futbolistas del Valencia CF le pidieron que, tratándose del partido de que se trataba 'aflojara' un poco, pero él se encogió de hombros y dijo algo así como€ ¿qué quieres que me deje un gol? Mestalla se dio cuenta de aquello y aplaudió al que ahora el director deportivo del equipo.

En otras palabras, César era el típico futbolista que no te gusta tenerlo de rival pero que adoras si lo tienes en tu equipo, y en ese aspecto, recogió el testigo de una leyenda del Valencia CF, Santiago Cañizares. Y eso es precisamente lo que busca para la portería valencianista, un portero que sea líder, que mande desde atrás y que tenga personalidad. Precisamente, aquello que más se le achaca a Cillessen. El holandés tiene unas condiciones innegables, pero no tiene alma de líder. Es más bien blandito.

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