Diego Alves, a punto de cumplir los 35, seguirá parando penaltis en Brasil. El guardameta, que concluye su contrato con el Flamengo en diciembre, negocia para prolongar su vinculación y seguir jugando a fútbol al menos hasta final del año 2022. Una negociación interrumpida por el efecto del Covid-19 que club y jugador van a reanudar en los próximos días.

A pesar del baile de números, Brasil es el segundo país del mundo más golpeado por la pandemia, solo por detrás de Estados Unidos. En este escenario, el campeonato que iba a comenzar el pasado 2 de mayo fue aplazado y todavía no hay fecha para su reanudación, aunque en las dos últimas semanas casi todos los clubes de élite han regresado a los entrenamientos entre estrictas medidas de seguridad.

En este escenario, y a pesar del golpe económico para los clubes, la renovación de Diego Alves se da prácticamente por segura, las dos partes están de acuerdo en continuar y, además, todo apunta a que la actual temporada no concluirá como estaba previsto en diciembre, sino que ocupará trambién fechas en el mes de enero, cuando el guardameta sobre el papel ya habría terminado su contrato.

Alves, tras la llegada de Marcelino a Mestalla, abandonó el Valencia CF con destino al Flamengo en el mes de julio de 2017. En el acuerdo, el Flamengo asumió la ficha del portero, que todavía tenía contrato, y abonó una tasa de trasferencia de solo 300.000 euros. Además, el Valencia se reservó una opción de tanteo sobre el centrocampista brasileño Lucas Paquetá, ahora en el Milan.