El 12 de diciembre de 2015, Valencia y Lyon jugaron un partido tremendo en Youth League. Lato, Javi Jiménez, Carlos Soler, Gonzalo Villar, Toni Martínez, Rafa Mir... de locos aquel Sub-19. Lo mismo en el OL: Tousart, nuestro querido Diakhaby, Owusu, Del Castillo... Con empate (1-1) y ocho minutos del final, los franceses dieron entrada a un mediapunta sutil y liviano, con pinta de jugón. Era Houssem Aouar.

Hay futbolistas que entran de inmediato por los ojos. Aouar tiene ese poder de atracción. Lo ha tenido siempre. Su forma de moverse, su forma de manejar el balón, su visión, su personalidad. Todo eso ha estado ahí siempre. En aquella Youth League tenía 17 añitos. Con el primer equipo del Lyon no debutó hasta la temporada siguiente, de la mano de Bruno Genesio, que como herencia sí dejó el alumbramiento de varios talentos.

Consolidación y explosión

Después de un trayecto plagado de fogonazos, el centrocampista de Lyon está ante la temporada de su explosión, en Champions, donde siempre había dejado buenos partidos. La actuación ante el Manchester City eleva el impacto de su figura, nunca había jugado y hecho jugar tanto en este escalón. Ante Guardiola, ante el entrenador de los centrocampistas, Aouar ofreció una exhibición en terreno de De Bruyne y marco la diferencia en el momento determinante. Los dos goles de Dembele (1-2 y 1-3) tuvieron todo que ver con su mandato. El diario L'Équipe le dio un nueve de valoración. Hoy le toca el Bayern.