El Celta de Vigo se impuso al Valencia CF por 2-1 en un partido en el que los locales fueron superiores en más momentos del partido. Un doblete de Iagos Aspas superó el tanto de Maxi Gómez, aunque otro de los mejores hombres para los locales fue Gil Manzano, colegiado del encuentro. La primera jugada polémica llegó con el 1-0, donde el linier marcó fuera de juego de Aspas, pero el VAR rectificó sin llegar a mostrarse una imagen que aclarara bien la posición correcta del internacional (tampoco hicieron lo propio en el polémico gol de Jaime Mata a Osasuna unas horas antes). Ahora se ha podido desmostrar que Aspas estaba adelantado.

En la segunda parte llegó el 2-1 también con polémica. No la hubo en la consecución de Aspas, magistral, sino en la falta que la propició. Esquerdo se lanzó con todo para evitar el disparo de Nolito al borde del área y tocó el balón. Tras lo aparatoso de la jugada y el grito de Nolito (cómo no), Gil Manzano picó y señaló la dudosa infracción que no por llamativa debía serlo.

Cuando el reloj superaba el minuto 60, Tapia tocaba descaradamente el balón con la mano de manera intencionada. El colegiado no quiso cumplir las normas y mostrarle la segunda amarilla que le hubiera mandado a la ducha antes de tiempo.

En el minuto 86, Aidoo cargó dentro del área y sin opción de disputar el balón contra la espalda de Vallejo, quien trataba de rematar un centro. Penalti de libro que no quiso señalar el árbitro.

En el minuto 94, Paulista pidió un penalti por agarrón de Araújo. Ambos se abrazaron de alguna manera, por lo que el colegiado acertó no señalando infracción.

Justo en la última jugada, ya en el minuto 96, Hugo Mallo cometió penalti sobre Gayà mediante un nuevo empujón por detrás en pleno salto dentro del área. Penalti claro que tampoco quiso señalar Gil Manzano.