Al más puro estilo Peter Lim, el Valencia CF trabaja en estos momentos a dos velocidades. Si hasta ahora había un Valencia CF aquí y otro en Singapur, ahora hay un Valencia CF en València y otro en Malasia, o mejor dicho, en el sultanato de Johor.

Desde su llegada al club de Mestalla como máximo accionista, Peter Lim ha dado muestras de ser capaz de tomar decisiones vitales para la entidad sin consultarlas con sus ejecutivos en la ciudad del Turia. Tal vez las dos más llamativas sean la venta de Paco Alcácer al FC Barcelona sin que nada supiera la entonces presidenta del Valencia CF, Layhoon, ni tampoco el director deportivo García Pitarch. Si bien, la más sonada por las consecuencias que tuvo en el futuro inmediato deportivo del equipo fue el cese de Marcelino García Toral. Lim decidió prescindir en el mes de septiembre del entrenador asturiano ya con LaLiga en marcha y fichar como recambio a Albert Celades. Y todo ello sin que nada supiera el entonces director general blanquinegro Mateu Alemany, lo que supuso de facto su salida de la entidad de Mestalla meses después. Ahora el mallorquín tendrá un privilegiado cargo en el Barça.

El futuro del Valencia CF con Tunku Ismail

Ahora Peter Lim ha llegado a un acuerdo con Tunku Ismail, el Príncipe de Johor, para que este lleve la gestión deportiva del Valencia CF y ahí es donde de nuevo se producen las dos velocidades, o si se quiere, las dos gestiones paralelas. Mientras Tunku Ismail trata de hacer sus planes para su posible aterrizaje en el club de Mestalla en el mes de junio, los técnicos del Valencia CF, los miembros de la secretaría técnica que comanda Miguel Ángel Corona, hacen su camino bajo los parámetros que les ha marcado el presidente Anil Murthy.

Y los parámetros son evidentes y se enmarcan dentro la necesidad de tener que cuadrar el presupuesto. Para ello es necesario vender futbolistas por valor de 31 millones de euros, lo que limita también las contrataciones en el aspecto económico. Este periódico ya informó que desde la secretaría técnica del Valencia CF se están viendo futbolistas para tres líneas, la defensa, el centro del campo y la delantera. En este sentido, uno de los delanteros que más gusta a los actuales técnicos del club es el delantero del Sporting de Gijón Uros Djurdjevic.

El interés por Uros Djurdjevic del Valencia CF

Uros Djurdjevic del Valencia CFUros es un futbolista de 27 años, con doble nacionalidad serbia y montenegrina que en estos momentos es el máximo goleador de segunda división con 17 tantos, uno de ellos de penalti, por delante de Raúl de Tomás, delantero del Espanyol que quince goles.

Lim parece dispuesto a cambiar el modelo, dejando de ser él quien tome las decisiones deportivas y delegando esa gestión en Tunku Ismail, el Príncipe de Johor, que desde hace semanas realiza movimientos preparando su desembarco. De momento, ha pasado de la sobreexposición en redes sociales, en las que anunció al mundo en general y al valencianismo en particular la posibilidad de tomar el mando del Valencia CF en junio, al silencio. Él y su gente van ahora con el freno de mano puesto.

Sin ir más lejos, en una entrevista concedida a este periódico por el argentino Martin Prest, su hombre de confianza, en la que solo se presta a hablar de Tunku Ismail y no del Valencia CF. Si bien, el hecho de que conceda una entrevista, diga lo que diga, es una pista más que significativa. Tunku Ismail ya ha hablado con su gente de confianza en el mundo del fútbol de la posibilidad de hacerse cargo del conjunto de Mestalla al tiempo que Martin Prest busca en el mercado un técnico que lo conozca, el español y el europeo.

Y mientras, ¿qué dice Anil Murthy?

Oficialmente el Valencia CF nada dice, nada desmiente. Si acaso quedan las palabras de su presidente Anil Murthy el pasado martes dos de febrero cuando se dirigía al Palau de la Generalitat para reunirse con el presidente Ximo Puig: "Mis compañeros me hablaron del Instagram del Príncipe; yo no sigo su Instagram... yo lo conozco muy bien. Hablé con Lim hace algunos días en Singapur y no hay ninguna indicación sobre un cambio de postura para vender el club". Y el máximo accionista calla. Y callará. En eso no ha cambiado, aunque el nombre de la institución de la que es máximo accionista corra en boca de todos porque él lo permite y hasta lo fomenta, sin que nadie sepa bien hacia donde la quiere dirigir él.