A Peter Lim nunca le motivó fichar titulares

No ha sido precisamente una política de fichajes exitosa la del Valencia CF en el cómputo global desde que Peter Lim es el máximo accionista. Desde mediados del curso 2014/15, las contrataciones de futbolistas han tenido que pasar siempre por el filtro del inversor asiático, unas veces con cierto protagonismo para hombres de fútbol como Rufete y Ayala en los primeros años, o como Mateu Alemany y Marcelino posteriormente, otras con la colaboración de Jorge Mendes, representante y persona de máxima confianza de Meriton Holdings. La principal conclusión de un repaso por las 59 operaciones -contrataciones o cesiones- que se han efectuado desde entonces hasta la actualidad es que el Valencia apenas ha concretado fichajes al nivel top del fútbol europeo. Muy pocos.

Por otro lado, bajo el parámetro de haber jugado al menos el 60 % de los minutos en su club de procedencia, puede decirse que solo el 35 % de los fichajes podían considerarse jugadores titulares cuando aterrizaron en Manises. Con el asterisco, además, de que alguno como Andreas o Zuculini no iban a tener un espacio en los grandes clubes que poseían sus derechos, United y City, pese a haber sido importantes en el Granada y el Racing de Avellaneda argentino. Y entre esas 21 operaciones, de un total de 59, con futbolistas que ficharon tras haber participado por encima del 60 % únicamente nueve procedían de unas de las cuatro mejores ligas de Europa: La Liga, Serie A, Premier League y, por último, la Bundesliga desde donde Lim no ha traído ni un solo futbolista. Estos nueve son Maxi Gómez, Jason, Daniel Wass, Yoel Rodríguez, Medrán, Andreas, Jeison Murillo, Mustafi y el Mangala de 2017.

Más de la mitad de los fichajes realizados durante los últimos seis años y medio provienen de la liga española (20) y la Liga NOS de Portugal (11). El hombre que ha llegado con la cuota de minutos más elevada desde el fútbol inglés fue Mangala en la primera de sus dos etapas, cuando el francés vino casi de la mano de Garay, por obra de Mendes, para reemplazar las bajas de temporadas anteriores de Otamendi y Mustafi y para subsanar los fallos cometidos con Abdennour o Santos. Precisamente, estos dos centrales, el tunecino y el brasileño, sirven como ejemplo de que la titularidad no siempre es sinónimo de éxito, algo que el Valencia de Lim ha comprobado bastantes veces más en sus carnes.

No obstante, para los clubes poderosos de las ligas top del Viejo Continente, como en España lo es sobre el papel el Valencia, entre los objetivos de sus direcciones deportivas prima el de reforzarse con jugadores que ofrezcan un rendimiento sostenido y regular en sus clubes de origen. Evidentemente, sin presencia en la Champions acudir al mercado de futbolistas con mayorías garantías de rendimiento se hace cada vez más difícil.

El Valencia se trajo titulares de un equipo menor de la liga lusa, el Sporting de Braga, como el citado Aderllan y Danilo Barbosa, que no demostraron estar preparados para el salto al fútbol español. En cambio, por influencia del súper agente del país vecino, sí se adelantó en la apuesta por jóvenes que aún no eran tan protagonistas en Benfica, como André Gomes o Cancelo, con los que posteriormente hizo caja con ventas millonarias a Barça y Juventus. Sin embargo, a uno y otro Mestalla apenas los disfrutó defendiendo con rendimiento regular la camiseta blanquinegra. En otros casos -Bakkali, Zuculini o Filipe- nada salió bien. Ni una venta económica ni lo deportivo.

Desgraciadamente, las inversiones por jugadores de la liga española que se habían afianzado con sus clubes en Primera División antes de debutar con el Valencia no salió bien. Ahí están ejemplos como los de Yoel, que había lucido en la portería del Celta, Álvaro Medrán, Andreas Pereira, quien el anterior año destacó en Granada o Jason, titular llegado libre del Levante UD. A pesar de las dificultades de esta temporada, por el contrario, las contrataciones de Daniel Wass y Maxi Gómez, aunque el uruguayo debe resurgir pronto por la fuerte inversión hecha por él, podrían catalogarse como positivas. De hecho, pese a su pésima campaña, Maxi sigue teniendo un cartel importante.

La temporada que más 'titulares' llegaron al club fue la 14/15, curso que se terminó clasificándose para Champions. La revelación del fútbol argentino, De Paul, no fructificó con Nuno. Hoy es un jugador altamente cotizado con un valor próximo a los 40 'kilos'. Por último, en su primer año, Mateu tuvo la habilidad de hacerse con jugadores con una cuota de minutos destacable en grandes ligas: Paulista, Murillo, Kondogbia. O de reactivar con la mano de Marcelino a otros como Neto o Coquelin. El segundo verano, ya en conflicto con Lim, fue distinto. Maxi es el último fichaje de un jugador contrastado entre la elite de una liga top.