Por fin acaba la temporada

Cillessen y la madera mandan al Huesca a Segunda. Ahora, a planificar el próximo curso

Por fin acaba la temporada

Por fin acaba la temporada

Andrés García

Andrés García

Por fin se acabó la temporada. Es la mejor noticia del partido en Huesca. La afición no merece más sufrimiento. El Valencia cierra LaLiga con 43 decepcionantes puntos en una de las peores campañas de la historia centenaria del club. El equipo acaba en una triste decimotercera posición más cerca del descenso que de los puestos europeos. Voro evitó el drama de la segunda división, pero ni siquiera ha sido capaz de encadenar dos victorias consecutivas. Era una oportunidad para marcharse de vacaciones al menos con un buen sabor de boca, pero ni así. Se acabó este suplicio. Quien sabe si el sufrimiento con Peter Lim a la cabeza. Nunca más, Meriton.

Y eso que Voro, con amigos en todos los equipos involucrados en el descenso, no quiso desvirtuar la competición y apostó por un once prácticamente titular. Ni Jaume Domènech tuvo hueco. Solo descansaron José Luis Gayà y Daniel Wass. Como en el Sánchez Pizjuán. Pronto se vio quien se jugaba la vida y quien no. Los de Pacheta salieron con una velocidad más. O con todas. Suerte que no van sobrados de calidad. Aún así las ocasiones caían a cuentagotas de lado del Huesca con centros al área buscando a la cabeza Rafa Mir o disparos desde la frontral. Tampoco tenía para mucho más. Sus carrileros Maffeo y Sergio Gómez vivían en campo valencianista. Sandro pedía un penalti que no se lo creía ni él mismo. Por no haber no había ni polémica.

El Valencia no generaba peligro. Tocaba por tocar. Media hora tardó el equipo de Voro en superar el centro del campo y llegar con una doble oportunidad de Uros Racic y Mouctar Diakhaby a la salida de un córner. Fue un ataque casi testimonial. A Álvaro Fernández ni se le vio. El único que proponía era el Huesca con el agua al cuello por el gol de Lucas Boyé en Elche que le condenaba al descenso. Si el equipo oscense no se marchó al descanso con ventaja en el marcador fue por culpa de Jasper Cillessen. El holandés frustró las acometidas de Seoane y de un Rafa Mir que exhibió su hambre y su fortaleza físico. Solo le faltó el gol. Al Valencia, todo. Se fue al descanso sin disparos entre los tres palos y con las mismas carencias de siempre como visitante. Por eso es el colista de LaLiga fuera de Mestalla.

El Huesca salió en la segunda parte con prisas. Era equipo de segunda división y eso le obligaba a arriesgar y dejar más espacios atrás. Kang In apareció entre líneas y así llegaron los primeros disparos del Valencia entre los palos del surcoreano y de un Maxi Gómez que como buena parte del partido (y de la temporada) estaba desaparecido en combate. Por fin. Ya era hora. Solo fue un chispazo.

El Huesca recuperó la iniciativa con más corazón que cabeza y volvió a cruzarse en su camino con Cillessen. Gol anulado a Rafa Mir por claro fuera de juego, palos de Sandro y paradones de Jasper al ex del Málaga. Otro más de uno de los grandes salvadores de la temporada y eso que ha jugado muy poco. Pocas conclusiones positivas más pueden extraerse de los noventa minutos de El Alcoraz. Guedes dejó claro que continúa con el piloto encendido rumbo a la Eurocopa, Kang In demostró que estaba para más protagonismo este año y Correia, que no para de crecer. Toni Lato cumplió en su posición. No de central como se inventó Javi Gracia. El partido no dio para más.

El árbitro anuló un gol a Yunus Musah en el descuento. Eliaquim Mangala se despidio disputando sus últimos minutos como valencianistas. El Huesca descendió a Segunda. El Valencia no, pero sus dirigentes lo merecieron. No se puede repetir una temporada así. El club se merece mucho más.