De tal palo, tal astilla

En la plantilla del Valencia hay cinco futbolistas que cuentan con padres que han jugado en Primera División

Un entrenamiento del Valencia CF

Un entrenamiento del Valencia CF

Quique Sirera

Ser futbolista no es fácil, pero si tienes un padre que ha jugado en la élite, seguramente tengas algo de su juego o quizá te esfuerzas demasiado para intentar llegar hasta donde ha llegado él. Y este es el caso de cinco jugadores del Valencia: Álex Blanco, Jesús Vazquez, Cheryshev, Fran Pérez y Alberto Marí.

Los padres de estos cinco chicos han jugado en Primera División. En orden de más partidos jugados, el primero es Rufete, padre de Fran Pérez, con 269 partidos. El segundo sería Dmitri Cheryshev con 55 partidos. El tercero Miguel Martí con 24; bastante cerca de Tito Blanco con 15 encuentros. Y en último lugar, Braulio, padre de Jesús Vázquez con solamente dos partidos.

Y de todos los hijos nombrados, de momento solo Cheryshev se ha consagrado en la élite con más de 300 partidos en sus botas. Por otra parte, Álex Blanco ya ha empezado a hacerse su hueco después de jugar un total de 16 encuentros con el Valencia esta temporada, a pesar de ya haber debutado en primera de la mano del Alavés hace dos años.

En otro lugar se encuentran Jesús Vázquez, Fran Pérez y Alberto Marí. De momento, Jesús no ha conseguido su hueco en la plantilla del primer equipo pese a ya haber debutado con el Valencia en Copa de Rey frente al Terrassa FC. Mientras tanto, los otros dos siguen esperando su oportunidad para debutar con el Valencia.

Todos, hasta Cherishev el cual ya tiene bastante experiencia, escuchan los consejos de sus padres porque "ya llevamos un camino recorrido en esto", como explica Rufete. Además, tres de ellos son directores deportivos: Braulio Vázquez, en el Osasuna; Rufete, en el Espanyol; y Tito Blanco, ex del Levante y que fue en la candidatura de Víctor Font en las elecciones del Barcelona.

"Le intento aconsejar aunque le dejo que tome sus propias decisiones. A veces reconozco que soy un poco pesado y me olvido de ser padre y le hablo como director deportivo. Más que consejos, intento sacarle de dudas si las tiene ", explica Braulio.

"Yo soy muy exigente con él pero ha llegado un momento que estoy intentando apartarme. Aunque yo sea director deportivo, no puedo estar machacándole porque él me ve como padre", asegura Tito.