Se pinchó el globo en Sevilla. El Valencia CF cayó con estrépito después de una protagonizar una muy mala entrada en el partido. Errores puntuales, pero también groseros, provocaron que un equipo con tanta pólvora como el hispalense finiquitase el duelo en cuestión de 22 minutos. El objetivo del equipo desde la llegada de José Bordalás es otro: reducir la cifra de goles encajados en la temporada a 35 y partidos como el del Sánchez Pizjuán desvían al equipo de esta meta con el peligro que ello conlleva. Tres tantos, que sumados a los dos recibidos en el tramo final del duelo contra el Real Madrid suman cinco en menos de media hora. Una estadística sobre la que fundamentar la reflexión. 

La rueda de prensa de Bordalás deja varios mensajes. A nivel global señala lo evidente: el Valencia no puede conceder tanto y los errores cometidos en la primera parte no tienen cabida en un equipo que pretende ser competitivo y recuperar su status. 

Concesiones como el cambio de orientación precipitado y con el equipo desordenado que realizó Wass en el primer gol, el fallo colectivo de dejar botar un balón dentro del área -y de Mamardashvili de quedarse a mitad de camino- o que una falta a 80 metros se convierta en un balón a la espalda de la defensa para que el delantero defina a placer son errores que el entrenador no quiere permitir que se repitan. También circunstancias como la amarilla por protestar a Alderete -y que condicionó su desempeño posterior- también son aspectos a corregir. 

SE NOTARON LAS BAJAS 

El equipo acusó la falta de titulares como Thierry Rendall, Carlos Soler o José Luis Gayà. Los dos últimos por partida doble porque además de perder nivel futbolístico, también faltó liderazgo en el terreno de juego en un escenario y un encuentro en el que este factor es más importante de lo habitual. El once que dispuso Julen Lopetegui en el campo ostentó una calidad y una pegada muy superiores al del conjunto de Mestalla, por lo que la falta de tensión competitiva del primer acto blanquinegro fue una prueba demasiado sencilla de superar para un combinado de la calidad del Sevilla FC. 

En este arranque de competición el Valencia CF ha demostrado que si está metido al cien por cien en el partido es un combinado muy competitivo y que puede medirse con cualquiera. De hecho al Real Madrid le realizó un planteamiento de igual a igual que solamente se torció en el tramo final, pero que fue valiente y generó muchas dificultades a una plantilla de un potencial mucho mayor. La solidez defensiva se erige como un principio clave para hacerse fuerte, por lo que debe evitar una cara tan concesiva como la mostrada ayer.