MÁS POLÉMICA ARBITRAL

Hay licencia para pegar a Guedes

El portugués es el jugador de LaLiga que más faltas recibe: pide protección arbitral a gritos

Guedes, en el Camp Nou.

Guedes, en el Camp Nou. / EFE

Andrés García

Andrés García

Ha vuelto la mejor versión de Gonçalo Guedes y a la vez su cacería indiscriminada en LaLiga. Lo están cosiendo a patadas. El portugués es el futbolista de toda la primera división que más faltas ha recibido en las nueve primeras jornadas. Más que ningún otro jugador del campeonato. En total lleva la friolera de 28. Muy por encima de las 23 de Memphis Depay (Barcelona), las 21 del propio Maxi Gómez (la mayoría en duelos aéreos), las 20 de Nabil Fekir (Betis), las 19 de Mauro Arambarri (Getafe) o las 18 de Óscar Trejo (Rayo Vallecano), Javi Galán (Celta de Vigo), Johan Mojica y Raúl Guti (ambos del Elche).

Guedes es el objetivo número uno del campeonato. Algo entendible teniendo en cuenta su forma de jugar desequilibrante con regates, velocidad y la verticalidad que imprime en todas y cada una de sus acciones. El problema es que el valencianista no tiene ningún tipo de protección arbitral. La reiteración de faltas no se está castigando como es debido. Conclusión: hay licencia para pegarle. 

Gonçalo está en el ‘top ten’ de regateadores de LaLiga junto a otros especialistas como Vinícius, Fekir, Depay, Dest, Morales, Galán, Luis Rioja o Trejo. Su fútbol le está pasando factura. La historia se repite como en su primera etapa como valencianista. «Espero que no me peguen tanto», llegó a decir en la era Marcelino. Guedes vuelve a pedir protección a gritos. La misma que también se merecen otras estrellas de LaLiga como Karim Benzema, Ansu Fati, Antoine Griezmann o en su día Leo Messi, Neymar o Cristiano Ronaldo.

El internacional portugués asume que el fútbol es un deporte de contacto, pero los palos que está recibiendo en este arranque de temporada empiezan a ser excesivos. Sobre todo porque no reciben castigo alguno. Contra el Barcelona recibió 5 faltas en la primera hora de partido en los minutos 2, 14, 24, 55 y 61. Un linchamiento que se saldó sin ninguna cartulina amarilla y con el jugador lesionado abandonando el terreno de juego con una ligera cojera. 

Guedes, contra el Madrid.

Guedes, contra el Madrid. / J. M. LÓPEZ

ENTRE ALGODONES El partido de Barcelona dejó secuelas. Y no solo indignación por la actuación de Gil Manzano y Munuera Montero. El equipo regresó de la ciudad condal con parte de guerra. Guedes y Foulquier se retiraron del campo con molestias físicas. La buena noticia es que ninguna de las dos lesiones reviste gravedad. Los dos jugadores, eso sí, están entre algodones. Este lunes han entrenado en el gimnasio junto al resto de titulares y el martes tienen previsto acudir a la ciudad deportiva de Paterna a tratarse en el día libre de la plantilla. No están descartados para el sábado contra el Real Mallorca. 

MALESTAR COLECTIVO. El problema del Valencia es que no solo se siente maltratado por la caza Guedes. Ni siquiera por el injusto penalti de José Luis Gayà a Ansu Fati. La desesperación de la plantilla va más allá. Empezando por el protocolo VAR. El equipo no entiende por qué Gil Manzano no acudió a la banda del Camp Nou para revisar la jugada en el monitor. Tampoco se comprenden las palabras del presidente del Comité Técnico de Árbitros Velasco Carballo asegurando a principio de temporada que las jugadas grises no podían ser castigadas con pena máxima. Caso aparte merecen las manos y la falta de unanimidad arbitral a la hora de sancionarlas. El último ejemplo son la de Fali en Cádiz. El incomprensible fuera de juego de Mbappé fue la gota que colmó el vaso de la paciencia de los jugadores. La realidad es que ya no saben qué son manos, qué es fuera de juego y desde el domingo qué es penalti.