ANÁLISIS

Oportunidad perdida para Marcos André en Sevilla

El brasileño perdió su gran oportunidad después de ver como Maxi Gómez se quedaba en casa. Mal en lo técnico, en el remate y en la pelea. Un paso atrás para él

Marcos André, en el encuentro de este miércoles ante el Real Betis.

Marcos André, en el encuentro de este miércoles ante el Real Betis. / Valencia CF

Pablo Leiva

Pablo Leiva

No fue el día del Valencia CF. No lo fue para Paulista, que maquilla con un gol un pésimo partido, tampoco el de Diakhaby o Alderete... Ni el del doble pivote. En definitiva, no fue el partido de nadie. Había sin embargo un jugador que tenía un examen importante y que debía, en la ausencia de Maxi Gómez, responder con goles y sobre todo con mordiente dentro del área.

Hablamos de Marcos André. Y ocurrió todo lo contrario. Tuvo una fantástica ocasión con 1-0 para el Betis que podía haber sido el tanto inicial y que acabó, tras un tímido contacto de Montoya, acabó en nada. Fue su mejor ocasión. Después lo intentó con un remate de cabeza que acabó en córner ya en el segundo tiempo, con la goleada ya en el marcador. Amenazó por el espacio y corrió, pero con poca fortuna y sobre todo con muchos problemas en asociación.

No le vino bien de hecho a Guedes y tampoco a Hugo Duro. Debe mostrar su mejor versión para evitar.  El fútbol, a veces, es tan previsible que quita sentido al tópico de que puede pasar de todo. La figura del nueve en esta Valencia es una víctima más de todo lo que sucede alrededor.

Marcos André tiró desmarques de ruptura ante la nada más absoluta. Pezzella y Víctor Ruiz, que este año han tenido problemas algún que otro día, no tuvieron oposición en casi ningún momento durante el juego. Solo el balón parado permitió al Valencia celebrar un gol. Marcos André es en cierta manera culpable por los 8 millones que se invirtieron por él pero sobre todo por no darle el contexto para que al menos se entienda el porqué se pagaron.

Con Guedes cerca los dos combinaron poco y se molestaron en algunos momentos. Y en ese juego de desmarques Hugo Duro también entró en juego con Guedes viajando por la derecha. No es Carlos Soler evidentemente y no ofrece las mismas prestaciones. Tampoco Foulquier, que cuando va hacia adelante no recuerda evidentemente a Correia. Y eso lo notan los hombres de arriba, perdidos como Marcos André. 

En números

El brasileño acabó el partido con 9 pases dados de 12 intentados. Una gran ocasión fallada, que podría haber cambiado mucho la película, cuatro duelos ganados de 15 intentados y 25 toques dados. Su noche fue para olvidar y su vuelta a la titularidad un ejemplo de que la posición del nueve es un problema no solo por nombres sino por un colectivo incapaz de potenciarles.