Un fichaje sobre la bocina siempre necesita de cierto tiempo de adaptación. Sobre todo si uno viene de jugar al estilo Marcelo Bielsa para ponerse a las órdenes de Bordalás y su ‘libreto’. En ese sentido, la poca presencia de Hélder Costa en el inicio de esta temporada no tenía nada que ver con su nivel o con la falta de trabajo. De hecho, el técnico valencianista ha estado muy contento en todo momento con el luso, que ha sido titular en dos de los últimos tres choques, y quien suma tanto en ataque como en defensa. En definitiva, la cesión, al menos de momento, sigue el camino previsto con la llegada de Costa, una buena opción de mercado para las necesidades de Bordalás.

El Valencia atacó el fichaje del extremo en los últimos días de mercado y era consciente de que hacía mucha falta un tiempo de ‘madurez’ hasta que estuviera en el punto perfecto para sumar. O al menos para llegar a su cien por cien. El futbolista, que llevaba mes y medio en el radar del conjunto de Mestalla, era una de esas opciones que quería aprovechar Bordalás. Dentro de que el técnico prioriza lo defensivo en los jugadores de las bandas, Hélder Costa ha ido sumando conceptos en todos los sentidos. De hecho, el extremo nacido en Luanda fue convocado por Angola en el anterior parón de selecciones pero un problema con el piloto de su primer vuelo le impidió estar con el combinado africano. Eso sin duda se vio como una buena noticia, entre comillas, para el futuro del futbolista la posibilidad de estar dos semanas más entrenando a las órdenes de José Bordalás, quien ya de por sí estaba contento con su trabajo. Y es precisamente esa capacidad de esfuerzo en el día a día lo que fue convenciendo al técnico alicantino, quien en las últimas semanas le ha dado protagonismo. A esa confianza, Hélder Costa ha respondido con actitud y sobre todo con trabajo atrás, algo que ha convencido al técnico. 

Contra el Villarreal, el Submarino tenía un problema en ese carril izquierdo amarillo. Estupiñán, con un evidente perfil ofensivo, y Danjuma, en racha, aparecían por esa zona para hacer daño y para ser el gran peligro del cuadro de Unai Emery. Pero Bordalás tenía un plan. Ahí apareció Hélder Costa para ser una ayuda constante en el 1-4-1-4-1 en la derecha valencianista. Y no es casualidad que Foulquier, que también estuvo a un nivel sobresaliente, dejara también tan buenas sensaciones en una cita en la que el rival tenía tanto nivel ofensivo.

En definitiva, la llegada de Hélder Costa debía ser un fichaje a fuego lento. Después de madurarlo durante el último mes y medio del verano y esperar una oportunidad con mejores condiciones económicas, el extremo ha puesto de su parte para cerrar el círculo. Bordalás ha cerrado el debate sobre si tenía o no implicación defensiva y su capacidad para rendir en otro estilo distinto al de Bielsa. Es resultado es muy claro. 

Las bandas del Valencia

El conjunto de Bordalás comenzó la temporada con Cheryshev y Soler por fuera. El ruso por izquierda y el canterano por derecha con una tendencia a acudir al centro enorme y facilitar las subidas de Thierry Rendall. A partir de ahí, el técnico ha ido realizando distintas pruebas. Lo intentó con Musah, Hugo Duro, Guedes también e incluso con el propio Hélder ante el Mallorca. Al final el extremo procedente del Leeds se ha convertido en la mejor opción ante la ausencia de Carlos Soler, quien ahora también aparece y con el cambio de sistema apunta al centro del campo con un trivote. De esta manera, las bandas quedarán para jugadores del perfil Costa. Y la prueba del algodón puede llegar de nuevo ante el Atlético de Madrid en otro partido con un gran poder ofensivo del conjunto rival