Los peores números de Peter Lim: Así pretende volver a la casilla de salida del Valencia

Presentó el Valencia CF su último informe acerca de los presupuestos con motivo de la próxima Junta General y la situación económica del club es preocupante. Ahora toca hacer balance. Fuera de la Champions dos años seguidos y en mitad de la tormenta del COVID, cuyo coste para el fútbol general se calcula en 2.000 millones de euros, el Valencia de Peter Lim trazó hace dos años un plan de ajuste económico con recortes radicales y cero inversión.

Una manera de evitar el colapso financiero y asegurar la sostenibilidad con una política muy conservadora, pese a la condición de multimillonario que ostenta Lim. Sin embargo, el desequilibrio deportivo y económico se mantiene.

No se ha evitado que el máximo accionista se haya acabado viendo en la obligación de capitalizar una parte de sus créditos, aunque no por completo, para evitar la causa de disolución.

Así es el préstamo que solicitó el Valencia CF a través de LaLiga

La tendencia negativa de los últimos años, y las no ventas del último mercado, se reflejan en las peores cuentas de la era Lim. Sin embargo, desde el Valencia se defiende que no se trata de una situación de alarma. Por una parte, los ingresos del fondo CVC (120 millones) serán oxígeno en vena de cara a fichajes, infraestructuras y rebaja de deuda. 

Por el otro, el club viene argumentando que se han puesto en marcha las medidas necesarias y un modelo para hacer frente a las contingencias impulsando un crecimiento deportivo que ya está en marcha pero sin generar más deuda y que está orientado a favorecer el renacimiento económico.

Los resultados deportivos, sin embargo, no han acompañado tras haber encadenado siete partidos sin ganar.

De Mateu Alemany y Marcelino a la situación actual

El cambio ha sido radical. Del modelo de invertir fuerte y generar valor deportivo de Marcelino y Mateu Alemany, quien es cierto que llegó a decir que le Valencia había vivido por encima de sus posibilidades, se ha pasado a una deriva que se inició a raíz de la salida abrupta de los anteriores gestores y los fallos en cadena con Celades y Javi Gracia.

Con una vertiginosa velocidad de caída, el Valencia ha pasado de tener la plantilla más cara de su historia con jugadores como Parejo, Coquelin o Rodrigo, fuera de Europa tras la primera metedura de pata con Celades, a una de las más baratas, en la línea de la que Nuno tuvo años atrás y cuyo coste rondaba los 70 millones.

Desde el club se ha sostenido siempre que el movimiento de desprenderse de fichas prohibitivas de 14 millones era necesario (como las de Parejo, Coquelin, Rodrigo...) y fue similar al de 2017 cuando Mateu soltó lastre, en todos los sentidos, con Alves, Enzo Pérez, Nani…

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Después de haberse mostrado extremadamente conservador en plena crisis, la cuestión ahora es que Lim tiene dos salidas: o vende o vuelve a invertir, y mucho, en el Valencia CF. Eso sí, la propiedad mantiene su postura en no vender ni una parte ni el total de su paquete accionarial.

Con su último versión, desde 2019 a raíz de no meterse en Champions y con el COVID, es cierto que anticipó medidas restrictivas que ahora están aplicando otros clubes. Pero a costa de haber devaluado y mucho el equipo, fuera de Europa también en la 20-21 con el fracaso rotundo de la era Javi Gracia.

La apuesta por Bordalás: proyecto deportivo sin generar más deuda

El pasado verano, gracias al final a la manga ancha de LaLiga con CVC, un acuerdo pendiente de firma, el Valencia apostó con Bordalás por emular el ciclo iniciado en 2017 aunque de manera más comedida y sin generar deuda. El eje del proyecto es Bordalás como lo fue Marcelino y la apuesta se basa en recuperar valores competitivos, reforzar la identidad del equipo, hacer que funcione a nivel colectivo y confiar en la evolución de jóvenes como Racic, Thierry o Hugo Guillamón.

Guillamón: así está su renovación con el Valencia CF

En un mercado restrictivo con ofertas a la baja, el Valencia no malvendió a ninguno de sus jugadores pese al cartel de transferible que tenía sobre todo Guedes o la presión que hizo Wass. El Valencia ha sacado pecho porque a pesar de que las reglas del FPF son vender para poder fichar, decidió no hacer caja. Ese es uno de los motivos, junto al fichaje de jugadores como Marcos André o Foulquier, además de los cedidos, por los que en las cuentas se han generado más pérdidas.

Así procede la actual 'dirección deportiva' del club

Sin dirección deportiva al uso, el modelo deportivo está basado en el consenso total entre las tres patas que lo conforman: Lim, Ani-Corona y Bordalás. A raíz de la mala experiencia de Ferro, Cutrone y Oliva (así les va ahora), la forma de trabajar, un paso atrás con la esperanza de que el entrenador lo saque adelante, es que si un jugador no convence a los tres, no se ficha.

Los Alderete y cía es cierto que no tienen el cartel de estrella, pero sí valores competitivos muy marcados a imagen y semejanza del míster. Aunque lo que ha hecho ha sido capitalizar sus préstamos para evitar la causa de disolución, los 40 millones de Lim para ampliar capital permitirán aumentar presupuesto y fair-play.

Apunte

En las cuentas aparece que el Valencia solicitó un crédito de 51 millones a la empresa Rights and Media Funding Limited a devolver a 5 años. Esta es una operación conjunta de LaLiga con distintos clubes para ayudar a paliar los efectos de la pandemia. No es exclusiva del VCF.