Koba se ‘transforma’ y se hace un hueco en el equipo

La personalidad y carácter desbordante del futbolista francés le han servido para aprovechar a la perfección las circunstancias y entrar de lleno en los planes de José Bordalás

Koba entrenando a las órdenes del cuerpo técnico de Bordalás

Koba entrenando a las órdenes del cuerpo técnico de Bordalás / Valencia CF

Rafa Jarque

La plaga de lesiones que está azotando al Valencia durante hace ya varias semanas ha provocado tanto la posibilidad de ver sobre el césped dibujos diferentes como la de ver jugadores que a priori no tenían reservados una importante cantidad de minutos esta temporada. En las últimas jornadas, Bordalás no ha tenido más remedio que 'tirar' del tan cuestionado fondo de armario del Valencia CF para salvar la difícil papeleta de sobrevivir al 'triunvirato' Villarreal-Atleti-Real Sociedad.

El cambio de sistema al 4-1-4-1 ha sido un acierto y además, indirectamente, ha conllevado otra consecuencia positiva a nivel interno en la plantilla. Y es que hay varios jugadores que se han visto beneficiados con la entrada de un hombre más en el centro del campo. Uno de ellos es sin duda Koba Koindredi. El centrocampista galo tuvo su carta de presentación esta temporada en el agónico partido ante el Atleti y el pasado domingo ante el líder tuvo la oportunidad de emular su papel de 'revulsivo de garantías' en el que tan cómodo se siente ahora mismo.

Sin embargo, a juzgar por la personalidad que ha demostrado Koba en dos 'ratos' que ha estado sobre el campo, no da la sensación de que el joven centrocampista vaya a conformarse con su estatus actual en el equipo. Únicamente seis minutos le bastaron ante el cuadro colchonero para dar el salto de calidad que el centro del campo de Bordalás tanto imploraba desde hacía varios minutos. Lo cierto es que tanto su entrada como la de Yunus Musah acabaron siendo clave para la remontada del equipo en el tiempo de descuento. Las dos jóvenes promesas del cuadro de Mestalla subieron considerablemente las prestaciones que estaban ofreciendo los teóricos titulares Wass y Racic.

Los minutos de calidad ante el equipo del ‘Cholo’ convencieron al entrenador alicantino de que el futbolista merecía más minutos en el equipo. Por ende, tras el parón, en casa del líder, Koba volvió a saltar al césped, esta vez del Reale Arena, con la consigna clara de provocar algo diferente y desatascar un partido que el Valencia tenía la oportunidad de ganar con un futbolista. En un encuentro que fue muy bronco, sobre todo en los minutos finales, ningún jugador del centro del campo tuvo oportunidad de lucirse en demasía. Lo que sí pudo demostrar Koba es una personalidad desbordante, impropia de un jugador de tan solo veinte años. Tanto en aspectos del juego como en otros fuera del mismo. Sin ir más lejos, en aquella tangana final que emborronó un partido disputado. Los jugadores realistas se echaron encima de Yunus tras pedir penalti y ahí estuvo Koba para sacar las garras y dar la cara por su compañero.

La metamorfosis de Koba

La situación del jugador francés en el Valencia ha dado un vuelco de 180 grados en los últimos meses. Con la llegada de Bordalás, su presencia en el primer equipo se antojaba complicada a pesar de que el centro del campo estaba ligeramente despoblado. Sin embargo, el plan de refuerzo tanto físico como psicológico al que fue sometido el futbolista le llevó a llenarse de confianza de cara a la temporada y a terminar de convencerse de que València es su sitio y debía pelear por un hueco en los planes del nuevo técnico. El progreso a nivel físico también fue clave en su pugna con Vicente Esquerdo y Alessandro Burlamaqui por quedarse en la primera plantilla. Una pugna de la que finalmente salió victorioso.