La marcha políglota de Mestalla

La manifestación acabará con la lectura de un manifiesto en castellano, valenciano, inglés, francés, alemán e italiano para atraer medios y erosionar la reputación de Peter Lim

Una imagen de la anterior protesta contra la gestión de Peter Lim en el Valencia CF

Una imagen de la anterior protesta contra la gestión de Peter Lim en el Valencia CF / """""""F. CALABUIG"""""""

Vicent Chilet

Vicent Chilet

La manifestación del próximo 11 de diciembre nace en Mestalla, pero se proyecta al mundo. El objetivo de la plataforma de colectivos que pedirán la marcha de Peter Lim es, como ya avanzó este periódico, atraer la atención del máximo número posible de medios informativos internacionales. Así es como uno de los convocantes, LibertadVCF, se ha mantenido en contacto con más de 300 medios informativos.

La visión estratégica de la proyección planetaria obliga a cuidar todos los detalles. Y así sucederá a la hora de la lectura del manifestación, una vez finalice la marcha en una de las esquinas de Mestalla. Cada fragmento del texto se leerá en un idioma distinto. Las lecturas, con oradores como el socio número 8 de la entidad, empezarán en castellano, seguirán en valenciano y continuarán en inglés, francés, alemán e italiano. Incluso la organización pretendía incorporar más idiomas, que no se han podido cerrar a tiempo.

El éxito de la manifestación y la capacidad con la que pueda influir a un empresario como Peter Lim a reconsiderar mínimamente qué hacer con el 86% del control del Valencia pasa, ineludiblemente, por crear repercusión a nivel internacional, por tocar la imagen reputacional de Peter Lim, el aspecto que más preocupa al millonario asiático.

Hasta el año pasado, los vaivenes acusados de su proyecto en Mestalla se habían reducido a una crisis de ámbito menor, a una disputa local cuyo ruido se diluía dentro de los confines de la propia Liga. Pero la decadencia de Meriton a ojos del escaparate internacional ya lleva meses calando finamente, con algunos episodios de tormenta pronunciada. Publicaciones como The Guardian y sobre todo los reportajes en el New York Times y en el Financial Times (horas antes de la manifestación del 8 de mayo), tocaron el ánimo del empresario, a quien el control accionarial ya no le garantizaba que su nombre se vinculase a titulares como «Aclamaban al nuevo dueño como salvador.

Entonces llegaron a conocerlo», que encabezaba el medio neoyorquino. La información firmada por Tariq Panja repasaba el proceso de exaltación, desencanto y caída a los infiernos de Peter Lim en València. Panja, autor de libros de investigación sobre transferencias de fichajes, incluía en su análisis voces como la del abogado Gaspar Romero, el periodista Paco Polit y enlazaba con la exclusiva publicada en Levante-EMV sobre la sanción de la FIFA al Benfica con una sentencia que afeaba la manera de entender el negocio del fútbol por parte de Lim.

Peter Lim salió de la zona de confort

El propio Peter Lim salió de la zona de confort y se vio obligado a proclamar su verdad en el reportaje publicado por Financial Times, con declaraciones en las que el magnate, más que reforzar su posición y apagar el incendio social, ayudó a propagarlo con sentencias desafiantes hacia la masa social blanquinegra: Esta gente protesta y dice ‘somos valencianos, conocemos el club’. Pero con los valencianos, el club quebró, ¿no? No quiero arruinarlo pero... tiene 102 años de historia. ¿Nunca ganaron la Champions League y querían ganarla a toda costa?. Tienen pájaros en la cabeza”.

Otros medios, como Eurosport en Francia o When Saturday Comes en Inglaterra, reflejaron piezas sobre la crisis social en Mestalla. «Atractivo limitado. Con una plantilla tan hueca como su estadio inacabado, el ambiente en Valencia es más agrio que nunca», describía WSC. «Valencia. Institución burlada y resistencia», relataba Eurosport, que detallaba la «resistencia organizada» contra Meriton.

La imagen mediática internacional inquieta a Lim, que durante casi dos décadas ha disfrutado de los privilegios de estar bien conectado y exhibir influencia, gracias a sus buenas amistades con la llamada Class of 92 (las leyendas del Manchester United encabezadas por Gary Neville, a quien convenció para ser entrenador del Valencia y con quien mantiene negocios inmobiliarios y futbolísticos), Cristiano Ronaldo o José Mourinho, entre otros.

El club, de espaldas a las instituciones valencianas en el último año, concedió entrevistas a medios internacionales en las que se proyectaba una imagen idílica de la situación del Valencia. Así sucedió con un encuentro organizado por LaLiga con el presidente Anil Murthy y periodistas extranjeros. Otras, como la concedida a The Athletic, obtuvieron el efecto contrario al deseado.