"¡Peter, vete ya!" hasta en Nochevieja

Da igual que fuera Nochevieja. O que el equipo estuviera a tiro de la Champions. Tampoco cambiaron nada los últimos movimientos de la propiedad con el nuevo estadio. El valencianismo no quiere a Meriton al frente del club

Cartel de Lim Go Home

Cartel de Lim Go Home / Francisco Calabuig

Andrés García

Andrés García

Da igual que fuera Nochevieja. O que el equipo estuviera a tiro de la Champions. Tampoco cambiaron nada los últimos movimientos de la propiedad con el nuevo estadio. El valencianismo no quiere a Meriton al frente del club. Las protestas volvieron a repetirse en medio del ambiente festivo que se vivía en Mestalla. Es verdad que hasta el minuto 19 no hubo ninguna protesta de la grada, pero llegado el momento de 'Libertad' se encendió el estadio. Otra vez con carteles amarillos por todos los rincones del estadio y de nuevo con los clásicos cánticos contra el máximo propietario y el presidente. "¡Peter, vete ya, Peter vete, ya! y "¡Anil, canalla, fuera de Mestalla!". Si la protesta no fue tan espectacular como otras veces fue porque no había tanta gente (29.556 espectadores son muchos para la enésima falta de respeto de Javier Tebas al valencianismo). O porque la protesta no se había podido organizar mejor por las fiestas navideñas.

Aún así, Mestalla habló alto y claro. Como siempre, contra Peter Lim y Anil Murthy. Pero la grada no tenía ganas de bronca. Ni de acordarse de Meriton en un día tal especial como el de fin de año. Quería disfrutar de su equipo y lo hizo al compás de la banda de música que amenizó el partido hasta con el verbenero "¡Alcohol, alcohol, hemos venido a emborracharnos y el resultado nos da igual!". Pero y tanto que importaba el resultado. El estadio enloqueció con el testarazo de Alderete. Y casi en medio de la euforia del gol otra vez sonó el "¡Peter, vete ya!". Casi más fuerte que antes. Está claro que nada ni nadie va a cambiar en sentir de la afición. Mestalla vivía su inesperada fiesta de Champions. La grada norte y se divertían entre ellas. Como en los viejos tiempos. "¡Mestalla se pregunta: ¿Quiénes somos? Nosotros les decimos...".

Lo mejor de todo, más allá de la derrota, es que la gente después de mucho tiempo se identifica con sus jugadores. Aplaudió la presión de Guedes, la velocidad de Hélder, la energía de Thierry y los detalles de calidad de Soler. Aunque para ovación la que se llevó Jesús Vázquez en su debut en Mestalla o los ánimos a Thierry cuando enfilaba el camino de los vestuarios por una nueva lesión o Hugo Duro cuando cometió el penalti y se marchó hundido del campo. Lo que no esperaba nadie fue la decepción final. Aún así la grada empujó al equipo hasta el minuto 96 y sacó fuerzas, en mitad del desencanto Champions, para abroncar al árbitro por algunas decisiones, pero sobre todo por su actitud chulesca. Mestalla le cogió la matrícula al murciano Sánchez Martínez. Broncas, aplausos, cánticos... Igual que la última noche del año, fue una tarde de mucho ruido. El único minuto de silencio fue en honor del socio número 30 Don Juan Alfonso Alabau fallecido recientemente. Que en paz descanse.